¿Cómo funciona un 'trader' de inversión?

Muchos ahorradores deciden invertir en bolsa para obtener una rentabilidad. Los mercados permiten comprar y vender activos financieros y obtener rendimientos a partir de las plusvalías generadas por la diferencia entre el precio de compra y venta. Para operar en los mercados bursátiles hay que recurrir, en primer lugar, a un intermediario financiero autorizado por la CNMV, regulador financiero de España.

Una vez el inversor tiene cuenta de valores con un intermediario puede empezar a operar. Entre otras estrategias, puede recurrir al ‘trading’. Se trata de una operativa bursátil que consiste en comprar y vender activos financieros en un corto periodo de tiempo. Y una de sus características fundamentales es que se aplica en mercado líquidos, donde sea fácil adquirir y deshacerse de los activos en poco tiempo.

El trader es la persona física que realiza esta operativa. Su objetivo es comprar para vender a un precio superior o bien vender para comprar a un precio inferior. Según los expertos es una estrategia especulativa y con riesgo, pero se ha popularizado en los últimos años debido a las facilidades que ofrece la operativa digital, con órdenes emitidas a través de Internet o de una aplicación.

Gestión activa

El ‘trading’ es posible tanto para inversores profesionales como minoristas, aunque debido a los riesgos que conlleva se recomienda cierta formación y conocimientos relacionados. En cualquier caso, el ‘trader’ deberá anticipar el comportamiento de las acciones –u otro activo financiero con el que operen- para poder obtener la plusvalía deseada. Esto es posible gracias a la gestión activa.

La CNMV define la gestión activa como el "estilo de gestión de carteras que pretende superar el rendimiento de un índice o activo de referencia aprovechando las ineficiencias de los mercados; para ello se recurre a la selección de activos infravalorados y a la identificación del mejor momento para comprar o vender". Es decir, es importante que el ‘trader’ esté atento a los factores que pueden afectar en la evolución del mercado y toma las decisiones según su propio criterio. En cambio, la gestión pasiva "pretende obtener una rentabilidad equivalente a la del índice o índices de referencia, mediante una elección de títulos que replique su evolución".

Pero, además, desde la plataforma de eToro también que es probable que “los ‘traders’ utilicen técnicas de gestión del riesgo, como órdenes stop loss para cerrar automáticamente las operaciones perdedoras y evitar sufrir grandes pérdidas”. Las órdenes de stop loss es una forma de protegerse ante eventuales bajadas de cotización del activo. Lo hacen fijado el precio o porcentaje de caída al que la plataforma debe cerrar una posición -vender el activo-.

¿Cómo invertir?

Por lo tanto, la principal diferencia entre el ‘trading’ y la inversión tradicional es el horizonte temporal de la inversión. Pero, los inversores que deciden realizar ‘trading’ deberán realizar los mismos pasos que para otra estrategia de inversión. Es importante saber que estos intermediarios cobran comisiones por los servicios que prestan. Los expertos recomiendan conocer las tarifas de antemano para valorar la inversión, ya que supone un gasto añadido que restará rentabilidad.

Una vez contratado un intermediario financiero, tendrá que abrir una cuenta de valores asociada a una cuenta corriente a través de la que se podrá ejecutar la compra y venta de acciones. Las operaciones con acciones, denominadas órdenes, se pueden ejecutar de forma presencial, por teléfono o por medios electrónicos. Cada intermediario puede ofrecer diferentes servicios.

Y una vez realizada la inversión, es recomendable realizar un seguimiento. "No es ni necesario ni aconsejable estar siempre pendiente de las cotizaciones bursátiles, pero sí conviene vigilar otros aspectos que te pueden afectar, como las perspectivas y evolución del negocio, las variaciones en la estructura de capital de la compañía o su política de dividendos", indica la CNMV.