Finanzas personales

10 conceptos para empezar a invertir y no perder todo el dinero de golpe

La inversión en bolsa, con los recursos y conocimientos adecuados, puede ser una herramienta útil para sacar rentabilidad a los ahorros. Basta con informarse y ser consciente de los riesgos que conlleva una inversión.

¿Cuál debería ser mi estilo de inversión y riesgo según mi personalidad?
10 conceptos para empezar a invertir y no perder todo el dinero de golpe
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Para muchos ahorradores, la inversión en bolsa es una alternativa descartada por desconocimiento y miedo a las pérdidas. Sin embargo, con los recursos y conocimientos adecuados puede ser una herramienta útil para sacar rentabilidad a los ahorros. Basta con informarse y ser consciente de los riesgos que conlleva una inversión. Para ello, a continuación, recogemos diez de los conceptos más importantes que debes conocer.

Fondo de emergencia

Pese a que invertir en bolsa puede ser una alternativa para rentabilizar los ahorros, no siempre es la opción adecuada. De hecho, la CNMV recomienda antes de invertir plantearse si conviene invertir en bolsa –teniendo en cuenta la situación financiera del inversor-. En ese sentido, es clave conocer el fondo de emergencia, una herramienta clave para la planificación financiera.

El fondo de emergencia hace referencia a los ahorros apartados como colchón de seguridad para poder afrontar gastos imprevistos importantes y protegerte en caso de sufrir una pérdida de ingresos por cualquier motivo. Es decir, estos ahorros no se deben invertir. Una vez apartado este fondo, el inversor sabe cuánto dinero tiene para invertir.

Intermediario financiero

Para invertir en bolsa se necesita recurrir a un intermediario financiero. Es la entidad que actúa como mediador entre los ahorradores y las empresas que precisan financiación. Son empresas de servicios de inversión y las entidades de crédito, y consiste, entre otras actividades, en operar en los mercados por cuenta de los inversores finales.

Antes de comenzar a prestar estos servicios, altamente especializados, los intermediarios han de obtener la autorización de los organismos públicos supervisores (Banco de España y CNMV) e inscribirse en sus registros.

Comisiones de los intermediarios financieros

Los intermediarios financieros cobran comisiones por los distintos servicios que prestan. Por ejemplo, cada vez que compras acciones tendrás que pagar comisiones por la operación realizada, además de los gastos asociados al mantenimiento de los títulos.

Volatilidad

La volatilidad es la variabilidad de la rentabilidad de un valor -es decir, cuánto sube y baja- respecto a su media en un periodo de tiempo determinado. Es una forma de medir el riesgo de precio. En el caso de la renta variable, la CNMV afirma que el principal riesgo es "la incertidumbre sobre sus rendimientos". El valor de las acciones puede subir o bajar con respecto a su valor de adquisición, por lo que es posible no conseguir la rentabilidad esperada e incluso perder la totalidad de la inversión.

Perfil del inversor

No todo el mundo tiene las mismas características económicas, ni objetivos. La situación financiera y personal determinará el perfil del inversor y a partir de él se debe establecer el estilo de inversión y el riesgo que debe y puede asumir cada inversor. En concreto, el perfil del inversor es el conjunto de características que definen a un inversor: tolerancia o aversión al riesgo (capacidad de asumir pérdidas), horizonte temporal de la inversión (tiempo durante el que se puede mantener la inversión), expectativas de rentabilidad...

Riesgo de pérdidas

Desde un punto de vista financiero, el riesgo significa incertidumbre sobre la evolución de un activo, e indica la posibilidad de que una inversión ofrezca un rendimiento distinto del esperado -tanto a favor como en contra del inversor, aunque preocupa en principio el riesgo de registrar pérdidas-.

Horizonte de inversión

Otro de los puntos que determina el perfil del inversor es su horizonte de inversión. Es decir, el tiempo durante el que se puede mantener la inversión. De manera general, los expertos recomiendan invertir a largo plazo. "Para la mayoría de los inversores minoristas, es mucho más aconsejable concebir la inversión como estrategia a medio o largo plazo, lo que reduce el riesgo de precio", afirma la CNMV.

Plusvalías y minusvalías

La rentabilidad de una inversión se puede obtener a partir de las plusvalías por la evolución de la cotización. Es decir, la plusvalía es la ganancia generada por un incremento en el precio de mercado de un valor. Pero esta evolución también puede ser negativa y es cuando se producirá la minusvalía. No obstante, mientras se mantiene el activo, son plusvalías o minusvalías potenciales o latentes; la venta del mismo supone la realización de éstas, al hacerse efectivos los beneficios.

Dividendos entre los accionistas

La rentabilidad también proviene de los dividendos. Es la parte del beneficio social que se reparte entre los accionistas y constituye el derecho económico por excelencia de sus titulares. No obstante, según explica la CNMV, en ocasiones, la junta general puede estimar conveniente no proceder al reparto del dividendo.

Diversificación en la inversión

Es un principio básico de la operativa en mercados financieros, según el cual los riesgos pueden controlarse si el importe global que se pretende invertir se distribuye entre productos con diferentes expectativas de rentabilidad y riesgo. La idea que plantea es que, al integrar activos de riesgos opuestos, se puede compensar en distinto grado. Es decir, el riesgo del agregado resulte inferior.

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