Por el coronavirus

La actividad industrial cae en España a su ritmo más bajo desde la crisis de 2012

La industria se hunde en España a niveles de 2012 por el coronavirus
La industria se hunde en España a niveles de 2012 por el coronavirus
Nerea de Bilbao

Las fábricas de nuestro país han visto hundirse en marzo su actividad a causa del coronavirus al menor ritmo desde junio de 2012, en plena crisis de deuda soberana en Europa y, en concreto, España. El impacto de la pandemia y las medidas de contención aprobadas por el Gobierno han llevado al índice manufacturero de gerentes de compra o PMI, la encuesta de expectativas que elabora IHS Markit, a desplomarse en el último mes hasta los 45,7 puntos desde los 50,4 de febrero, un registro que, pese a ser negativo, es algo mejor de lo que preveían los expertos. Cualquier nivel por debajo de 50 indica una contracción de la actividad.

Es especialmente acusado el ritmo de reducción de los nuevos pedidos, el más pronunciado de los últimos 92 meses. Mientras, las ventas destinadas a la exportación registran el mayor retroceso desde la crisis financiera y recesión del año 2009. Ante esta situación y el parón económico, los fabricantes se han visto obligados a reducir sus compras y esto ha generado una rápida caída de los inventarios. 

Las empresas del sector manufacturero han tenido serias dificultades en el último es para obtener insumos (bienes que se emplean para la producción de otros bienes) ante los problemas en la cadenas de suministro a nivel global en el ultimo mes, que han provocado el mayor deterioro de toda la serie histórica en lo que a los plazos medios de entrega se refiere.

Todo ello ha llevado a los fabricantes a repercutir a la baja en precio, que registran su mayor caída en ocho meses. Todo lo anterior ha hundido la confianza de los empresarios manufactureros a mínimos históricos, lo que a su vez ha llevado a reducir el empleo como no sucedía desde noviembre de 2013, durante la segunda recesión a la que la crisis financiera abocó a nuestro país.

"Los fabricantes no solo se enfrentaron a una rápida disminución de las ventas de todo el mundo, sino que también tuvieron problemas para obtener insumos, ya que el plazo medio de entrega se deterioró hasta su máxima de más de veintidós años de recopilación de datos. Este resultado resalta el carácter singular de la recesión, y tanto la oferta como la demanda están claramente sufriendo", explica Paul Smith, economista de IHS Markit. En este sentido, el experto subrayó que "la magnitud y la duración de la recesión dependerán de la velocidad con la que la pandemia pueda ser controlada".

El horizonte no es nada halagüeño para el sector. Así, y en lo que respecta a los próximos doce meses, las empresas han señalado una considerable incertidumbre con respecto a los efectos que brote de COVID-19 tendrá en la actividad económica, tanto a corto como a largo plazo. "Como era de esperar, la confianza sobre el futuro se desplomó en marzo hasta alcanzar su nivel más bajo en la historia de la serie (que comenzó en julio de 2012)", apunta el informe publicado por Markit.

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