El ejercicio 2023 está siendo un año de cambios para MediaForEurope (MFE). Además de la muerte de su fundador, Silvio Berlusconi, el pasado mes de junio, el imperio mediático atraviesa un punto de inflexión tras llevar a cabo la fusión transfronteriza por absorción de Mediaset España. A raíz de este proceso, los títulos de la propietaria de cadenas como Telecinco o Cuatro se despidieron del parqué a principios del pasado mayo, para volver un mes después -esta vez al mercado continuo- como una sociedad con domicilio fiscal en Milán y sede social en Ámsterdam, tras diseñar un canje de acciones que conllevó la ampliación de capital.
Tres meses en los que su cotización ha experimentado un retroceso superior al 26% (6,8% si se tiene en cuenta desde el 14 de junio, cuando comenzaron a cotizar en España), hasta los 0,41 euros por título, una vez descontado el dividendo de la capitalización, que ejerce de deflactor. Esto supone la pérdida de más de 420 millones de valoración, tras pasar su capitalización a los 1.407 millones, en plena presión por los ingresos publicitarios.
Durante el primer semestre esta partida se ha mantenido estable en el conjunto del grupo, en el entorno de los 1.300 millones, lo que supone un ligero retroceso del 1,4%. La tónica se repite al analizar por mercados, especialmente, en el español, que se ha visto lastrado por un entorno de mercado "persistentemente difícil", en el que la celebración de las elecciones generales no ha ayudado a estabilizar la situación. La clave está en las proyecciones para el trimestre actual, así como para lo que resta de ejercicio, que se verá influenciado por el entorno macroeconómico "incierto".
Si bien desde MFE consideran que Italia y España "están mejor posicionadas" en lo que respecta a perspectivas económicas en contraste con otros países europeos y prevén que las ventas publicitarias se verán beneficiadas de una "comparativa favorable" al equiparar con el año pasado por la celebración del mundial de Qatar 2022 -del que no poseía los derechos-, reconocen que el mercado publicitario es "imprevisible". "La previsión es limitada para finales del año", apostillan.
Con esta base, cuando falta una semana para cerrar el trimestre, cuyos resultados se darán a conocer el próximo noviembre, las expectativas apuntan a un estancamiento de la facturación publicitaria en Italia y a una caída de alrededor del 3% en España. La cifra se puede ver condicionada por la incertidumbre en torno a los datos de audiencia de Telecinco -el buque insignia en este país- con la nueva configuración de su parrilla televisiva y que Alessandro Salem, el CEO de Mediaset España, ha presentado recientemente.
Entre enero y junio el grupo contabilizó un beneficio de 87 millones, ligeramente por encima de los 84 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. La cifra se vió aumentada por la integración de Mediaset España. Para el conjunto del 2023, el consenso de 'Bloomberg' arroja un ligero aumento de las ganacias hasta los 247 millones, desde los 216 millones contabilizados al cierre del trimestre y una cifra de negocio prácticamente estancada en los 2.700 millones.
Despejadas las dudas sobre el reparto de la herencia, el nuevo gigante paneuropeo de medios de comunicación, que también posee una cuarta parte del conglomerado mediático alemán ProsiebenSat.1, estará controlado por Marina y Pier Silvio Berlusconi, tras asumir de manera conjunta el control indirecto de Fininvest, el 'holding' familiar a través del que controlan MFE. Entre los principales accionistas también figuran el magnate francés Vincent Bolloré, que ostenta algo menos del 24% del capital, repartido entre Vivendi (4,4%) y Simon Fiduciaria (18,5%).
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