Cede un 1,2%

El Ibex 35 se enquista en los 8.900 puntos tras encadenar seis semanas de caídas

La referencia bursátil española se atraganta con la temporada de resultados y la letra pequeña de la pausa en los tipos decretada por el BCE después de diez aumentos consecutivos, mientras la deuda y el crudo dan una tregua. 

Ibex 35
El Ibex se enquista en los 8.900 puntos tras encadenar seis semanas de caídas. 
EFE

El Ibex 35 sufre un bloqueo con la temporada de resultados en plena ebullición y la pausa de los tipos de interés. La referencia bursátil española salda la semana con un retroceso superior al 1,2% y no logra reconquistar el soporte clave de los 9.000 puntos que perdió el pasado lunes. Con esta ya van seis semanas consecutivas en las que el selectivo cierra en negativo mientras las tensiones geopolíticas abocan a los inversores a trasladar el foco de atención fuera de la renta variable en aras de los mercados de deuda y el crudo. 

Aunque el retroceso contabilizado entre el lunes y el viernes es contenido en comparación con otras semanas, el Ibex 35 llega a la recta final del año sumido en la parálisis. Desde que comenzara su senda a la baja hace mes y medio se ha dejado por el camino un 6,6%, de tal manera que las ganancias en el cómputo anual se reducen al 8,3%. En este caso, cierra los mercados como la segunda plaza entre las principales del Viejo Continente que más cae en las últimas cinco sesiones, sólo por detrás de Londres (-1,6%). Algo más suaves son en Fráncfort (-0,7%), París (-0,3%) y Milán (-0,25%). 

El índice se ve lastrado por el castigo que reciben algunos pesos pesados como Repsol, que en las últimas cinco sesiones se deja más de un 6,3%, Bankinter (-5,8%) o Telefónica (-4,4%), a los que se suman otros valores con gran representación como Cellnex Telecom (-3,16%) o Inditex (-2,3%). Por el contrario, se ven beneficiados ACS (-3,6%), Acerinox (-2,95%), ArcelorMittal (-2,9%) y Sabadell (+2,4%), que se ve beneficiado por los resultados presentados este jueves en los que logró superar la barrera de los 1.000 millones de beneficio.

La cautela se impone ante un Banco Central Europeo (BCE) que no se ha salido del guión y ha dado por cerrado el ciclo alcista de subidas después de diez aumentos consecutivos de subidas, hasta situar la tasa de referencia del dinero en el 4,5% máximos desde 2001. A este respecto, los analistas de Bank of America ponen en valor que si bien Christine Lagarde envió un mensaje "equilibrado" en aras de no "alimentar los movimientos del mercado de los últimos días", lamenta que "el BCE (y Lagarde) parecen más preocupados por el crecimiento y menos por la inflación". 

En cambio, otros analistas como Bill Papadakis, de Lombard Odier, defienden el énfasis de Lagarde en avisar de los síntomas de debilidad de la demanda y en endurecimiento del crédito. No obstante, la presidenta del organismo en Fráncfort ha aprovechado su intervención en Bruselas este viernes para alertar de que los riesgos "geopolíticos están ensombreciendo la perspectiva económica" y que todavía es pronto para "cantar victoria" acerca de la moderación de la inflación. 

Ahora el mercado estará pendiente de la Reserva Federal, cuya reunión de política monetaria arranca el próximo martes. En este caso, se prevé que alargue la pausa decretada en septiembre. El índice de precios de consumo personal (PCE) correspondiente al mes de septiembre avala esta tesis después de mantenerse en el 3,4%, en línea con lo esperado. 

En este contexto, el mercado de deuda muestra relativa tranquilidad al cierre de los mercados europeos. El interés del bono español a diez se mantiene en el 3,9%, en línea con el 'bund' alemán, la referencia europea, que cierra en el 2,8%, al tiempo que el papel americano experimenta un ligero repunte hasta el 4,8%. En cuanto a las divisas, el euro experimenta una ligera apreciación respecto al dólar y se coloca en los 1,0591 'billetes verdes'. 

De forma paralela, ante la incertidumbre sobre el conflicto entre Israel y Hamás el petróleo concluye la semana al alza. La cotización del Brent, de referencia en Europa, repunta un 1,3% y vuelve a coquetear con los 90 dólares por barril, al tiempo que el West Texas se coloca en los 84,4 dólares, un 1,4%. 

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