Lupa en los presupuestos

Los inversores exigen más interés por su dinero a los gobiernos que generan déficit

El repentino aumento del coste de los bonos pone en el foco a los países más endeudados pero sobre todo a los gobiernos que generan un mayor desfase en sus cuentas anuales y acaban convirtiéndolo en deuda a largo plazo.

Fabricación de monedas de euros en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Fabricación de monedas de euros en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
FNMT/BANCO DE ESPAÑA

La ola masiva de ventas en el mercado de bonos tiene una consecuencia de gran trascendencia para los futuros emisores: los inversores se están volviendo cada vez más exigentes para comprometer su dinero y exigen un mayor retorno. La caída de precios que impulsa las rentabilidades (intereses) de la deuda pública siembra el terreno para ver a los principales gobiernos occidentales pagando más del 4%, 5% y 6% por obtener financiación en los mercados lo que puede descuadrar aún más las cuentas públicas en muchos países por el aumento del gasto financiero.

"Las subidas de los tipos de la Fed y el Banco Central Europeo han puesto fin al dulce paréntesis de los tipos de interés casi nulos en los estados considerados sólidos. Así pues, se abre una nueva era: la de los tipos de interés más altos, que exige políticas presupuestarias más rigurosas, puesto que la carga de la deuda se hará cada vez más pesada con el paso del tiempo y las refinanciaciones", comenta Clément Inbona, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE).

El interés de la referencia a 10 años en EEUU ha escalado esta semana hasta un máximo del 4,8%, su nivel más alto desde 2007, todavía por debajo del tipo oficial de la Fed en el 5,5%. En Europa, con las tasas oficiales en el 4,5%, las rentabilidad en Alemania ha superado la barrera del 3%, del 4% en España o del 5% en Italia. Pese a la moneda común o la presencia en el mercado del Banco Central Europeo (BCE), las primas de riesgo siguen marcando diferencias entre unos y otros socios del euro.

¿Por qué unos países pagan más que otros cada vez que salen al mercado.? "A diferencia del resto de los agentes económicos, un estado tiene una duración infinita, por lo tanto, no es el nivel de deuda el que determina el coste del endeudamiento (el tipo de interés), sino la sostenibilidad de su trayectoria presupuestaria. Esta trayectoria prevista no debe tender hacia el infinito, so pena de dar lugar a un tipo de interés prohibitivo y acelerar esa huida hacia adelante", añade Inbona en su reflexión. De hecho, la tensión que está registrando el mercado de deuda en las últimas semanas tiene que ver cada vez más con ese historial.

"Ya sea en EE.UU. o al otro lado del Atlántico, los estados deben aclimatarse a este nuevo entorno de tipos positivos y lidiar con el lastre de la deuda pública; de lo contrario, podrían sufrir el embate de los mercados financieros", advierte. No es la primera vez que sucede. Los países del sur de Europa tienen fresco en la memoria la serie de rescates ocurridos durante la crisis de deuda cuando la escalada de intereses de la deuda comenzó a hacer insostenibles los costes para endeudarse de algunos emisores como Grecia, Portugal o España, entre otros.

El equilibrio prespupuestario es un factor clave a ojos de los expertos. El pasado agosto, los inversores se pusieron nerviosos después de que el Tesoro de EEUU saliese al mercado para emitir más deuda de lo previsto inicialmente, elevando sus objetivos de captación en un 10% adicional o 15.000 millones de dólares.

Pese a la capacidad y sobredemanda para este tipo de emisiones, el Gobierno Biden tuvo que pagar más de lo previsto a los inversores ante la percepción de que Washington no es capaz de equilibrar sus cuentas y necesita más deuda para cubrir el agujero del déficit que está generando por el incremento del gasto financiero. Solo en intereses, el Tesoro deberá sufragar cerca de 1 billón de dólares anuales.

El roce con los presupuestos en EEUU ha provocado el cese del presidente republicano del Congreso, Kevin McCarthy, y coloca otra vez a la Administración federal al borde del cierre a partir del mes que viene. Según algunos expertos, esta circunstancia puede elevar las rentabilidades de la deuda hasta el punto de que los emisores opten por dejar de emitir a cualquier precio.

"Los nervios en el mercado de renta fija, normalmente estoico, se trasladaron a la renta variable cuando los rendimientos a largo plazo alcanzaron brevemente el 5%, lo que provocó oleadas de miedo y estableció paralelismos con colapsos históricos del mercado. A medida que los rendimientos se han disparado, las expectativas de un mercado estructuralmente diferente se han desvanecido, y ahora empezamos a ver la realidad de un entorno de tipos de interés más altos que frena el crecimiento de la renta variable", apunta Lewis Grant, gestor de Federated Hermes.

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