La banca española ganó el 5,8 por ciento menos en 2010 por las elevadas provisiones

Madrid.- Los bancos que operan en España lograron un beneficio neto conjunto de 14.078 millones de euros en 2010, lo que implica un retroceso del 5,8 % respecto a las ganancias obtenidas el año anterior, tras las dotaciones a provisiones, aunque fueron inferiores a las de 2009.

Según explicó hoy en rueda de prensa el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, los resultados de 2010 son "muy satisfactorios" ya que se lograron en un momento difícil para la economía y el sistema financiero español, pero en el que "estamos trabajando mucho" para que mejore la situación.

Martín insistió en que los bancos españoles no han recibido ayudas públicas en ningún momento de la crisis, y eso "es un hecho diferencial que no se puede ignorar".

También criticó que las entidades que sí han recibido estas ayudas aprobaran los tests de estrés publicados el pasado verano, unas pruebas cuya utilidad puso en duda puesto que "no revelan las verdaderas debilidades" de las entidades.

Estamos "en el punto de inflexión de la crisis", un periodo que puede ser dilatado y en el que nos enfrentamos a incertidumbres como las medidas que pondrán en marcha las autoridades europeas para estabilizar el euro y riesgos como que el Gobierno no ejecute las reformas imprescindibles para que España crezca y cree empleo, dijo.

El sector bancario español cerró el pasado ejercicio con un capital principal superior a los 104.000 millones de euros, en tanto que el core capital -el capital regulatorio de mayor calidad- se situó en el 9 %.

El balance conjunto de estas entidades era de 2,2 billones de euros a 31 de diciembre, el 6 % más que el año anterior, es decir, 127.000 millones de euros más, de los cuales 68.000 millones corresponden al incremento del crédito a la clientela, que creció el 5 % interanual, en parte gracias a la captación de depósitos.

En concreto, los bancos captaron más de 162.000 millones de euros en depósitos de sus clientes, lo que permitió a estas entidades reducir de forma significativa la financiación de mayorista de su actividad, mejorar su equilibrio financiero y reactivar su actividad crediticia, explicó.

La morosidad se situaba al finalizar el ejercicio en el 4,37 % tras crecer 26 puntos básicos, frente a los 166 que creció en 2009 en tasa interanual en 2009.