Dificultades para NSO Group

El dueño de Pegasus agrava su crisis con los acreedores 'espiando' sus cuentas

La tecnológica israelí conocida por el programa espía más potente del mundo está teniendo cada vez más problemas, sobre todo, después de que el Gobierno de EEUU la incluyera en la lista negra en 2021.

NSO Group
La creadora de Pegasus agrava su caos, mientras los acreedores presionan
Web NSO

NSO Group, empresa tecnológica israelí conocida por programa espía más potente del mundo Pegasus, está teniendo cada vez más dificultades financieras. Unos problemas que se han hecho más latentes después de que el gobierno estadounidense la incluyera en la lista negra en 2021. La prohibición se impuso después de que su spyware se usara para espiar a activistas, miembros de y periodistas.

Según publicaba Financial Times, ante una inminente crisis económica grave, el CEO de NSO Group, Shalev Hulio, sugirió a un equipo de propietarios mayoritarios de la empresa que podrían empezar a vender, de nuevo, el programa a clientes de riesgo. La firma habría solicitado un préstamo con Berkeley Research Group o BRG por 10 millones de dólares, lo que resolvió temporalmente el problema con los salarios de la empresa.

Ahora, el máximo responsable de la compañía israelí está buscando una solución a largo plazo, que pasaría por vender su software a países que saben que abusarán del software. Hulio habló sobre sus planes de hacer llegar Pegasus a empresas que, según los informes, un riesgo muy alto. Con el nombre de “plan fénix”, el CEO NSO Group quiere dividir la empresa en dos para que el código de software de Pegasus y los ingenieros estén en una sola empresa. Si esta hoja de ruta se lleva a cabo, los clientes más peligrosos de la compañía no se verían afectados por la prohibición impuesta por el gobierno de Estados Unidos, y la empresa podría obtener liquidez con rapidez para asumir los costes salariales y hacer frente a sus préstamos y otras deudas.

Problemas con el gobierno español y otras administraciones

Pegasus, el programa espía de NSO Group, se ha colado en silencio en los terminales de decenas de políticos y activistas en España. A unos los sorprendió después de la sentencia del procés en octubre de 2019 y de la ola de disturbios que se desató en Cataluña tras esa condena del Tribunal Supremo a los nueve arquitectos del desafío independentista. Otros, recibieron su visita en los prolegómenos de las negociaciones para formar Gobierno. E incluso entró en los despachos de La Moncloa, en plena crisis migratoria con Marruecos en 2020. La lista de víctimas conocidas ha llegado a incluir al móvil del presidente, Pedro Sánchez, y el de su ministra de Defensa, Margarita Robles, que fueron monitorizados en 2021.

Esta es la situación en el territorio español del abanico de ataques (tentativas de asalto) e infiltraciones (hackeos) de un virus que, según NSO Group, solo pueden adquirir organismos gubernamentales como policías, ejércitos y servicios de inteligencia para prevenir el crimen organizado y el terrorismo. En 2021, el gobierno de Estados Unidos prohibió Pegasus después de que fuera acusado de permitir el espionaje hostil por parte de gobiernos autoritarios. Según TechCrunch, incluir en este listado a la compañía israelí es el intento de la administración Biden-Harris de hacer de los derechos humanos una de las prioridades de la política exterior norteamericana.

Además de la prohibición, Apple también demandó a la empresa debido a que los iPhones estaban infectados con su spyware. El gigante tecnológico ha buscado siempre responsabilizar a NSO Group por la contaminación de algunos de sus productos. La presentación de la enseña de la manzana pretende activar una orden judicial para evitar que cualquier software de la firma israelí pueda ser instalada en sus dispositivos en el futuro.

Las presiones de Credit Suisse

Sin embargo, pese a todos estos problemas, hay algunos aliados que podrían estar alentando a la compañía israelí. Credit Suisse presionó para que NSO Group siguiera vendiendo su software espía Pegasus a nuevos clientes solo unas semanas después de que la administración estadounidense la pusiera en la lista negra, según publicaba el FT. La solicitud fue realizada en una carta en diciembre por los abogados que representan al banco suizo y algunos de los acreedores de la empresa, incluido el hedge fund, Senator, así como el banco de inversión estadounidense Jefferies en su calidad de supervisor para autorizar un préstamo a NSO Group.

Esto, según el rotativo británico, se habría producido después de las revelaciones sobre cómo se había utilizado Pegasus para piratear los teléfonos de periodistas, que terminó sumiendo a NSO Group en una crisis financiera. No obstante, en el momento en el que la entidad suiza y otros acreedores tomó ese camino, la compañía había pasado meses sin contratar nuevos clientes. “Los prestamistas entienden y apoyan la necesidad de cautela dada la atención global y el mayor escrutinio centrado en la empresa”, dijeron en una carta el pasado 10 de diciembre del 2021 a Berkeley. Los acreedores añadieron que estaban “preocupados” por un reclamo de NSO sobre que BRG le impedía “buscar y obtener nuevos clientes". 

Esto habría “profundizado la actual crisis de liquidez de la empresa”, tal y como añade la información del medio inglés. En estas, NSO debería “poder llevar a cabo sus operaciones normales, con la supervisión adecuada, durante este período crítico”. La carta provino de Willkie Farr & Gallagher, que indicaba que representa a los prestamistas que representan más del 75% de los créditos pendientes de NSO Group, según un acuerdo firmado en 2019. Mientras, BRG respondió a los prestamistas, diciendo que era “profundamente preocupante” que estuvieran presionando por las ventas de Pegasus.

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