Pánico en el Nikkei pese a las inyecciones del banco central japonés

  • Tokio.- La Bolsa de Tokio se desplomó hoy el 10,55 por ciento durante una sesión de pánico ante el riesgo nuclear en Japón, a pesar de las nuevas inyecciones millonarias de liquidez del banco central nipón.

Pánico en el Nikkei pese a las inyecciones del banco central japonés
Pánico en el Nikkei pese a las inyecciones del banco central japonés

Tokio.- La Bolsa de Tokio se desplomó hoy el 10,55 por ciento durante una sesión de pánico ante el riesgo nuclear en Japón, a pesar de las nuevas inyecciones millonarias de liquidez del banco central nipón.

El índice Nikkei sufrió la tercera mayor caída de su historia, de 1.015,34 puntos hasta cerrar en 8.605,15 enteros, con lo que ha acumulado una contracción cercana al 17 por ciento en las últimas dos sesiones.

El de hoy fue además el retroceso más abultado del Parqué tokiota desde octubre de 2008, en plena digestión de la quiebra de Lehman Brothers.

Pese a ello, el Gobierno nipón envió un mensaje de calma, mientras el Banco de Japón (BOJ) se volcaba para paliar la sangría de la Bolsa.

Las ventas en el Parqué se multiplicaron después de que el Gobierno nipón reconociese fugas radiactivas en Fukushima y ampliase el perímetro de seguridad que rodea a la central de 20 a 30 kilómetros.

Hasta ese momento, las pérdidas del Nikkei oscilaban entre el 4 y el 5 por ciento, después de que el Banco de Japón, con un movimiento táctico, anunciase nada más abrir la Bolsa una nueva inyección de liquidez de emergencia de cinco billones de yenes (43.761 millones de euros o 61.235 millones de dólares).

El día anterior, la autoridad emisora ya había ordenado una inyección de liquidez de urgencia, hasta el récord de 15 billones de yenes (183.825 millones de dólares o 131.859 millones de euros).

Pero la inquietud sobre Fukushima pesó más entre los inversores. El selectivo nipón acentuó su desplome cuando conoció las noticias sobre la crítica planta nuclear y en un momento puntual su retroceso llegó al 14 por ciento.

Entonces, el BOJ volvió a ponerse el traje de bombero y anunció otra nueva puesta en circulación de dinero de forma urgente de tres billones de yenes (26.228 millones de euros), para que finalmente el mercado acabase la sesión con caídas superiores al 10 por ciento.

El presidente de la Bolsa de Tokio, Atsushi Saito, declaró al término de la jornada bursátil que los desplomes de estos dos días obedecieron también a los problemas de comunicaciones y electricidad en la zona metropolitana de la capital.

Influyó asimismo la suspensión de la producción en algunas de las grandes empresas del país y a la incertidumbre sobre el futuro de las centrales nucleares en Japón, que abastecen alrededor de un tercio de la energía del país.

La operadora de la central de Fukushima, TEPCO, se volvió a hundir por segundo día consecutivo en cerca de un 24 por ciento.

Pese a la excepcionalidad que vive Japón, los mercados siguieron operativos y así van a continuar, según dijo tras terminar la sesión bursátil el ministro japonés de Política Fiscal y Económica, Kaoru Yosano.

El presidente de la Bolsa tokiota coincidió con el titular de Economía: "Esperamos que el mercado va a estabilizarse en poco tiempo", apuntó.

El Gobierno nipón insistió en propagar un mensaje de calma entre los inversores y el propio Yosano dijo que "no hay preocupaciones" sobre las cotizaciones de las firmas de Japón.

De la mano han ido estos dos días el Ejecutivo y banco central, pues la institución emisora también aprobó una compra de bonos del Estado por valor de 2 billones de yenes (24.486 millones de dólares o 17.581 millones de euros).

La divisa nipona continuó su ligera apreciación frente a la estadounidense, ya que un dólar se cambiaba a 81,51 yenes, frente al 81,58 de la víspera.

Esta revalorización es un síntoma de que el mercado percibe una vuelta a Japón del dinero que las empresas niponas tienen en el extranjero para participar en la reconstrucción del país.

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