Factores psicológicos

¿Quieres empezar a invertir? Empieza conociéndote a ti mismo

En la inversión también intervienen causas subjetivas, asociadas a la forma de ser de cada uno, como el carácter, la tolerancia al riesgo y la disposición psicológica a asumir pérdidas del inversor.

una persona que sufre ansiedad
¿Quieres empezar a invertir?: Empieza conociéndote a ti mismo
©[Bulat Silvia de Getty Images] a través de Canva.com

Conocerse a uno mismo debe ser el primer paso para empezar una inversión. Es lo que se conoce como perfil del inversor y permite determinar cuál es la estrategia y productos financieros que más se adaptan a las necesidades personales. No todo el mundo tiene las mismas características y necesidades. Influyen la edad, la situación económica, los objetivos financieros, el plazo de inversión o el nivel de riesgo que se puede asumir.

En función de las características anteriores, el perfil del inversor podrá ser conservador, moderado o agresivo. A partir de esta definición es más fácil determinar la inversión más adecuada. No obstante, es posible tener un perfil conservador y que, en un momento dado, sea conveniente para invertir parte de los ahorros en productos destinados a inversores más moderados o agresivos. Y al contrario, aunque haya sido catalogado como inversor agresivo, puede verse en la necesidad de destinar los ahorros a productos con menor nivel de riesgo.

Y en la inversión también intervienen causas subjetivas, asociadas a la forma de ser de cada uno y la disposición psicológica a asumir pérdidas del inversor. Pese a que su situación económica y otros factores permitan un perfil que asuma mayor riesgo, no todo el mundo se siente cómodo con la posibilidad de perder parte de sus ahorros. “Los inversores con mucha aversión al riesgo pueden sentir pánico durante los reveses momentáneos del mercado y vender cuando no sea el momento adecuado”, apunta la CNMV.

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Copiar a un inversor no equivale a un consejo de inversión. El valor de sus inversiones puede aumentar o disminuir. Su capital está en riesgo.

Componente psicológico

El regulador financiero afirma que “es importante que se informe y conozca los sesgos que afectan al proceso de toma de decisiones y ser consciente de que nadie está exento de ellos”. Sobre ello, apunta a los siguientes factores: sesgo de la ilusión de control, de confirmación, de anclaje, de autoridad, de la prueba social, del descuento hiperbólico y de la aversión a las pérdidas.

En primer lugar, hay que tener en cuenta la capacidad de control o la posibilidad de influir en algo sobre lo que objetivamente no se tiene ningún control porque en algunas ocasiones se sobreestima. Y, en relación, la CNMV también avisa sobre la interpretación de la información recibida o buscar informaciones nuevas de manera que confirmen convicciones o ideas previas.

El sesgo de anclaje es la predisposición a dar más peso a la información obtenida en primer lugar que a una información nueva que la contradice. Por su parte, El sesgo del descuento hiperbólico supone la tendencia a elegir recompensas más pequeñas e inmediatas frente a recompensas mayores y alejadas en el tiempo. Y vinculado al riesgo, un sesgo común es el de la aversión a las pérdidas. Supone considerar que las pérdidas pesan más que las ganancias. Es decir, el miedo a perder algo supone un incentivo mayor que la posibilidad de ganar algo de valor semejante.

Sesgo de autoridad: atención a los ‘influencers’

A la hora de invertir también se tienen en cuenta las opiniones de otros inversores, sobre todo de expertos o incluso famosos. Sin embargo, en ocasiones se tiende a sobreestimar estas opiniones solo por quien las emite, sin analizar objetivamente. Es lo que se conoce como sesgo de autoridad, cuando sobrevaloramos sus opiniones sobre temas fuera de su campo de especialidad.

La CNMV advierte sobre “el marketing de influencers y los testimonios de gente famosa” que ofrecen consejos a través de redes sociales. Aconseja aprender a pensar y analizar de forma independiente y no tomar decisiones de inversión basadas únicamente en recomendaciones de celebridades o influencers.

La objetividad a la hora de invertir es fundamental, incluso para seguir los comportamientos de otros inversores no conocidos. De esta manera se evitará también el sesgo de prueba social, la tendencia a imitar las acciones que realizan otras personas bajo la creencia de que se está adoptando el comportamiento correcto.

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