Perspectivas de mercados

Tres trucos esenciales de inversión a la espera de que la inflación baje al 2%

La incertidumbre sobre la evolución de tipos de interés, crecimiento e inflación sigue presente con lo que obliga a los inversores a revisar la asignación de activos, defenderse de la volatilidad y mantener la inversión periódica.

El patrimonio de los fondos de inversión crece un 5% en el primer trimestre del año.
Tres ideas esenciales de inversión a la espera de que la inflación baje al 2%
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El 2024 está demostrando ser otro año complicado para los analistas. Sus previsiones, que inicialmente auguraban una recesión, se transformaron rápidamente en la expectativa de un aterrizaje suave. Sin embargo, las últimas cifras han obligado a replantearse esas estimaciones una vez más. Ahora, con los recientes informes económicos de Estados Unidos, el temor a la estanflación —ese escenario de bajo crecimiento acompañado de inflación— ha resurgido entre algunos expertos.

En términos concretos, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos registró un crecimiento anualizado de solo el 1,6% durante el primer trimestre del año. Además, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE deflator), que es un barómetro clave de la inflación, aumentó un 2,7% en marzo. Por su parte, el índice subyacente, que excluye los volátiles precios de energía y alimentos, se elevó al 2,8%, superando las previsiones de muchos analistas.

En contraste, Europa presenta un panorama más alentador, especialmente tras los últimos indicadores PMI de abril que han sorprendido positivamente; el índice compuesto alcanzó su pico más alto en los últimos 11 meses. Asimismo, la inflación en la zona euro se ha mantenido estable, con un 2,4% en abril, igual que en marzo, mientras que la inflación subyacente, excluyendo energía, alimentos y tabaco, continuó su tendencia descendente, situándose en el 2,7%.

Con este telón de fondo, y mientras los resultados empresariales siguen apoyando las alzas en la renta variable, a los inversores en renta fija la espera se les está haciendo interminable. A la espera de conocer los próximos datos de inflación, crecimiento y los planes de los Bancos Centrales es necesario hacer una puesta a punto de las carteras y evitar decisiones que podrían resultar dañinas.

Revisar la asignación de activos

Cuando la inflación se suaviza y las tasas de interés comienzan a caer, es cuando las acciones tienden a subir. El problema es que el camino hacia una reducción de la inflación no está perfectamente trazado. Por lo tanto, el momento exacto en el que podrían caer las tasas de interés aún no está claro.

En este sentido, lo prudente es equilibrar las carteras más conservadoras con una combinación de bonos de corto y largo plazo, según Schroders. Los bonos a corto plazo ofrecen protección ante el aumento de tasas, mientras que los de largo plazo pueden beneficiarse de ganancias de capital si los rendimientos caen. 

Por otra parte, Víctor Alvargonzález, CEO y fundador de Nextep Finance sugiere que, debido a la divergencia económica entre Estados Unidos y Europa, los inversores deberían enfocarse más en la renta fija europea hasta que la inflación en Estados Unidos muestre signos claros de disminución por debajo del 3%.

Alvargonzález recomienda priorizar los bonos de corto plazo por ser menos sensibles a los cambios de tipos, sin descuidar los de largo plazo, que prometen mayor rentabilidad a largo plazo. Esta recomendación se alinea con la estrategia de Schroders sobre la revisión de la asignación de activos, que aconseja mantener una combinación equilibrada de bonos de corta y larga duración, adaptando la cartera al comportamiento de los mercados y previsiones económicas.

Diversificar para manejar la volatilidad

La volatilidad del mercado es inevitable, pero Alvargonzález aconseja invertir en activos que, a pesar de su volatilidad, puedan ofrecer un potencial de rentabilidad significativo. Esto se debe equilibrar con una evaluación cuidadosa de su capacidad para asumir riesgos, evitando la diversificación excesiva que podría resultar en un juego de suma cero debido a las comisiones.

Los beneficios de la diversificación también se aplican a otras partes de su cartera, en particular las acciones. Si bien a algunos sectores normalmente les va mejor que a otros en períodos de desinflación, como la salud médica y los bienes de consumo básico, buscar ganancias a corto plazo con grandes porciones de su cartera puede ser arriesgado en opinión de Schroders.

Invertir de forma regular

Este podría no ser el año más brillante para los mercados. El entorno de inflación ‘más alta durante más tiempo’, que podría persistir más allá de lo que algunos economistas predijeron hace apenas un par de meses, podría frenar las ganancias del mercado.

Pero como la economía estadounidense está demostrando ser más fuerte de lo esperado –ayudada por un mercado laboral y un gasto de los consumidores notablemente robustos– también tiene sus puntos positivos, incluso si eso significa que la Fed no tendrá prisa por recortar las tasas de interés. 

Y debido a eso, las turbulencias del mercado que hemos visto en el pasado mes de abril podrían continuar durante el resto del año. Según Schroders, promediar el costo en dólares o en euros (invertir una cantidad determinada a intervalos regulares) es una excelente manera de suavizar cualquier volatilidad.

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