Destrucción de empleo

Wall Street espera 'sorpresas' de verano en el mercado laboral que afecten a los bonos

La fortaleza del mercado laboral ha reabierto la puerta de las subidas de tipos de interés de la Fed pese al descenso continuado de la inflación y puede agitar otra vez a la cotización de los bonos este verano.

Fachada de Wall Street.
Fachada de Wall Street.
DPA vía Europa Press

La tranquilidad ha vuelto a los mercados. Tanto la bolsa como los bonos han vuelto a una estabilidad, a pesar de que los ruidos macroeconómicos siguen en el horizonte. Aunque las cifras recientes de solicitudes iniciales de subsidio de desempleo son bajas en términos históricos, el aumento desde el mínimo del ciclo del tercer trimestre del 2023 las sitúa en máximos de 52 semanas.

El mercado laboral siempre se sitúa en el centro del mapa como el medidor de la economía del momento. Es por eso por lo que el equipo de renta fija de JP Morgan cree que hay que observar muy de cerca lo que suceda en el ámbito del desempleo, para anticiparse al comportamiento de los bonos.

“En los episodios de 2000-2001 y 2007, los mercados asistieron a un cambio drástico de las expectativas de tipos de interés de la política monetaria de halcones a las de pesimistas una vez que las peticiones iniciales de subsidio de desempleo empezaron a evolucionar y a generar nuevos máximos de 52 semanas”, rememoran en un último informe los analistas de la entidad financiera estadounidense.

Para estos expertos, aparte de las solicitudes de subsidio de desempleo, la mayoría de las sorpresas de los datos económicos desde mediados de mayo han sido alcistas, lo que ha impulsado al alza el índice JP Morgan US Economic Surprise. Las expectativas de tipos de interés de la Reserva Federal y la parte delantera de la curva se movieron en paralelo con el indicador durante ese periodo, en el que se produjo una significativa relajación de los tipos de interés a plazo.

“Creemos que las recientes operaciones sobre la recesión y el estado del mercado laboral podrían hacer que el mercado fuera vulnerable a una revaloración considerable si los datos de solicitudes de desempleo tienden al alza durante el verano”, asevera el equipo de analistas de renta fija de JP Morgan.

Perspectivas de largo plazo

Desde un punto de vista gráfico más tradicional, la venta masiva de los bonos a 2 años se ha desacelerado, un patrón de precios que indica una tendencia madura y con una mayor probabilidad de reversión a la media. “Sugerimos que se recupere la exposición larga, ya que se detuvo nuestra operación larga en mayo (…) La resistencia clave se sitúa en el nuevo 4,30%, mientras que esperamos que la parte delantera presione a la resistencia cercana al 3,50% en los próximos meses”, comentan estos analistas.

Por su parte, el bono a 10 años se consolida en unos niveles más bajos con respecto a la confluencia de medias móviles del 3,60-3,67% tras la ruptura a finales de mayo del soporte de del 3,65%. “Buscamos un cambio de tendencia alcista desde el soporte agrupado cerca del 3,90% y esperamos que el sector intermedio se acerque al 3,00% en la segunda mitad del año”, describen los expertos.

El bono a 30 años, también, cotiza en un rango más alto en relación con el soporte clave cerca del 4,00% y detrás de la resistencia de la media móvil del 3,75-3,78%. “Con este contexto no esperamos que el bono rompa materialmente la zona de soporte del 4,00%, al igual que, vemos que un repunte en la segunda mitad de la curva se quede más hacia el interior de la curva… La resistencia clave sigue estando en los 3,40 puntos”, argumentan.

En este sentido la curva de los bonos a 5 y 10 años se ha aplanado mucho más de lo que cabría esperarse y se acerca ahora al retroceso del 78,6% de los 27 puntos básicos en marzo. El soporte clave a largo plazo sigue estando en los -30, según JP Morgan, y es donde el mercado tocó fondo en septiembre de 2022 y marzo de 2023. “En última instancia, esperamos otro mínimo por encima de esa zona, pero vemos pocas pruebas de ello en el gráfico por el momento”, dice.

Los TIPS a 10 años siguen oscilando por debajo de la resistencia de los 230 puntos y por encima del soporte clave de 209 puntos básicos en el retroceso del 38,2% de marzo de 2020. Los umbrales de rentabilidad de estos bonos se esforzaron por ampliarse durante los recientes movimientos a favor del riesgo.

En opinión de JP Morgan, esto aumenta la probabilidad de que los umbrales de rentabilidad lleguen a romperse por debajo de los 200 puntos básicos en los próximos meses. “Sospechamos que el mercado tocará fondo con los mercados de renta variable en algún momento del segundo semestre y potencialmente cerca del retroceso del 38,2% de 180 pb de marzo de 2020”, termina.

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