Tesla siempre se marca unos objetivos más ambiciosos de los que, quizás, indica la realidad. España es un país al que la Comisión Europea suspendió en cuanto a infraestructuras del coche eléctrico y que tiene unas ayudas a la compra, Plan Movalt, que se han acabado en 24 horas. Aún así, la compañía de Elon Musk se atreve a marcarse plazos con fecha y hora. Y los de 2017 no los va a cumplir más allá del 70%.
En su plan de expansión, Tesla contaba con cerrar el año con 24 estaciones de supercargadores, pero a apenas una semana para el final del año solo cuenta con una red de 17. En 2015 abrieron 2 estaciones, en 2016 inauguró otras 6 y en 2017 solo han crecido en otras 9 más cuando pensaban hacerlo en 16. Al menos una de cada tres van a quedar sin inaugurarse.
La compañía trabaja a contrarreloj para llevar a cabo nuevas aperturas antes de fin de año, aunque no concretan cuáles ni la fecha. Los principales problemas con el que se encuentran son las trabas burocráticas, ya que muchas de las estaciones están en avanzado estado de construcción, prácticamente terminadas, pero no tienen los permisos para entrar en funcionamiento.
Según el calendario de Tesla, antes del 31 de diciembre deberían estar en funcionamiento siete estaciones. Las obras de Ponferrada, Getafe, Mérida, y Aguadulce (Almería) están avanzadas, pero las de Salamanca, Navalmoral y Alarcón no. Entre todas las estaciones que ya dan servicio superan los 100 puntos de recarga rápida en España, además de casi 200 puntos de carga en destino tras asociarse con hoteles, resorts y restaurantes.
La expansión continuará en 2018
La mayor compañía de coches eléctricos tiene por norma no aprovecharse de las ayudas públicas de los gobiernos de los países en el impuso de coches no contaminantes. Por ello han rechazado adherirse al Plan Movalt, que incluye 15 millones de euros para el desatollo de infraestructuras y puntos de carga. Pero a cambio han cambiado su política y van a limitar el uso de sus redes a sus clientes particulares ante la alta demanda de los conductores de Uber, Cabify y los taxis.
Los nuevos coches de Tesla dedicados al transporte de personas tendrán limitado el acceso a la red de carga, aunque siempre tendrán garantizado el servicio para el uso habitual del coche. En un comunicado oficial, la marca explicó que lo hacían para no dejar sin posibilidad de carga a los clientes particulares.
La marca continuará expandiéndose por el territorio español en 2018 y la compañía tiene previsto abrir otras 12 estaciones más en puntos clave como Compostela, Oviedo, Pamplona, Sevilla o Málaga, entre otros. Si cumplen los plazos establecidos, la red debería estar completa en España, salvo casos puntuales, con casi 40 estaciones en 2019.
Un crecimiento que debe ir ligado al de la venta de coches y a Tesla le está costando arrancar. Para impulsar el negocio ya cuenta con dos tiendas físicas en España, Barcelona y Madrid, además de los talleres ('service center') y la ampliación de las redes comerciales. En lo que va de año, la compañía ha vendido 331 unidades.
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