Cuatro de cada cinco mujeres condenadas por homicidio en Rusia actuaron en defensa propia para defenderse de violencia doméstica, según una investigación publicada este lunes por el periódico "Novaya Gazeta" y el portal Mediazona.
Las conclusiones de ambos medios se basan en el análisis de más de 4.000 sentencias por homicidio dictadas contra mujeres en este país entre los años 2016 y 2018 que fue difundido coincidiendo con el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El porcentaje de las mujeres que fueron víctimas de violencia machista y acabaron matando a su agresor se sitúa en el 79%, según el informe difundido.
De esa cifra, más de 3.000 mujeres fueron condenadas por asesinato sin agravantes y cerca de 1.000 por infligir un daño grave a la salud que condujo a la muerte de la persona. Ambos cargos prevén penas de cárcel de hasta 15 años. En el 97% de los casos, las homicidas utilizaron un cuchillo de cocina para perpetrar el crimen y actuaron de forma "espontánea", afirman los medios rusos, que insisten en que la mayoría de esos casos tenían que ser juzgados por exceso de autodefensa.
Diversas ONG han criticado a Rusia por la situación de las mujeres víctimas de violencia doméstica y han urgido a aprobar una ley que proteja su integridad. De acuerdo a las estadísticas, cerca de 14.000 mujeres mueren cada año en este país a manos de sus parejas, mientras unas 36.000 sufren malos tratos a diario.
A su vez, los últimos datos del Servicio Federal de Estadísticas de Rusia indican que solo el 10% de los 16 millones de mujeres que sufren violencia machista llegan a denunciar la situación ante los órganos de seguridad. El último caso más sonado de la violencia contra la mujer en Rusia fue el asesinato este mes de noviembre en San Petersburgo de una joven estudiante por su pareja sentimental, un reconocido historiador experto en las guerras napoleónicas. El hombre, de 63 años, mató a su novia, de 24, después de una discusión y luego descuartizó su cuerpo para deshacerse de las pruebas del crimen.
Otro caso que volvió a poner el foco en el problema fue el brutal intento de asesinato de una mujer por su expareja en Irkutsk (Siberia). El hombre llevó a su exnovia a un bosque, le asestó varios golpes con un bate de béisbol y la apuñaló tres veces, tras lo cual abandonó el lugar del crimen, convencido de la muerte de la mujer, que sobrevivió después de llegar a gatas a una carretera y pedir ayuda a un conductor.
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