España insta a la ONU a brindar protección de seguridad alimentaria en Venezuela

Una postal de Venezuela que se repite cada vez más: niños buscando comida
Una postal de Venezuela que se repite cada vez más: niños buscando comida
Diego Caldentey

El derrumbe de Venezuela cada día se hace más evidente. España y otros 29 países han solicitado este martes a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU que propicie programas de protección de seguridad alimentaria en Venezuela, algo que Caracas interpreta como un intento de intervencionismo encubierto.

La petición formal ha sido formulada por Paraguay, en nombre de las demás naciones que adhieren a esta iniciativa. Su viceministro de Relaciones Exteriores, Oscar Cabello Sarubbi, ha pronunciado en un duro discurso para que el organismo internacional propicie un programa de protección de la seguridad alimentaria y de salud de los sectores más vulnerables de la población venezolana.

"Instamos al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a aceptar la disposición expresada por la Santa Sede. Estamos convencidos de que el diálogo político oportuno y de buena fe será el instrumento más eficaz para hacer frente a las necesidades urgentes del pueblo venezolano, preservar la paz y la seguridad”, ha manifestado en la presentación, que ha sido respaldada por el mencionado grupo de naciones.

Esta iniciativa se produce una semana después de que el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, haya fustigado que Venezuela niegue el acceso al país a expertos en derechos fundamentales a pesar de las graves alegaciones sobre abusos cometidos.

En esa oportunidad, Zeid afirmó: "El rechazo al acceso de mis funcionarios es particularmente chocante teniendo en cuenta nuestra profunda preocupación en relación a las alegaciones de represión de las voces de la oposición y de los grupos de la sociedad civil, arrestos arbitrarios y excesivo uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos”.

Ahora, el representante paraguayo dijo que los 30 países adhieren "a la preocupación expuesta por el Alto Comisionado respecto a la gravedad de las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela”.

El Gobierno de Maduro, por su parte, ha considerado esta actitud como una maniobra "intervencionista" encubierta. Maduro ha dicho que la acción de esas naciones responde "a los intereses “imperialistas de Estados Unidos".

"La declaración que el Departamento de Estado de Estados Unidos redactó y que la misión de Paraguay, en nombre de otros países, ha distribuido es una clara manifestación de intervencionismo contra un Estado soberano", ha manifestado el embajador venezolano, Jorge Valero.

“Este suceso tan poco amistoso, que va más allá de los principios que deben guiar el comportamiento de todos los países de este Consejo, es parte de un arranque imperialista que quiere destruir la democracia en Venezuela”, ha agregado.

La posición de Venezuela ha sido apoyada por Nicaragua (que se pronunció en nombre de los países miembros del ALBA, Alianza Bolivariana), y también por Cuba, entre otros países.

El representante del gobierno cubano ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha considerado que "Venezuela se disfrutan los derechos humanos como nunca antes en la historia”.

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