El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha reavivado la polémica al realizar una nueva ofrenda al santuario bélico de Yasukuni, erigido en honor a varios "héroes de guerra" que incluyen combatientes de la Segunda Guerra Mundial considerados criminales por los países vecinos.
Abe ha enviado una ofrenda a Yasukuni junto a dos miembros de su Gobierno, coincidiendo con el 70º aniversario del fin del conflicto bélico, pero se ha abstenido de visitarlo él mismo, según ha informado la agencia de noticias Kiodo.
De poco han servido las palabras de perdón y arrepentimiento mostradas ayer por Abe hacia China y Corea del Sur, las heridas parecen no cicatrizar.
Todos los años Abe suele enviar una ofrenda --habitualmente floral-- a Yasukuni con una pequeña delegación gubernamental, siendo pocas las ocasiones en las que ha acudido personalmente al santuario bélico de Tokio.
Los homenajes en Yasukuni suelen irritar a los países de la región, sobre todo a China y Corea del Sur, que consideran que este lugar sirve para enaltecer el belicismo japonés que arrasó el sureste asiático el siglo pasado.Pekín y Seúl fueron ocupados durante la IIGM
Pekín y Seúl están especialmente sensibilizados con este tema porque sufrieron la ocupación durante la Segunda Guerra Mundial, lo que se tradujo en campos de concentración para los hombres y esclavitud sexual para las mujeres.
Esta misma semana, Abe ha expresado su "gran pena" por el sufrimiento causado por la conducta nipona durante la IIGM, pero tanto China como Corea del Sur han considerado insuficientes sus palabras, exigiendo una disculpa formal de Japón.
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