Una de las iniciativas con mayor impacto global en la lucha contra el cambio climática es Alipay Ant Forest, premiada por la ONU junto a los flotadores que transforman las olas en energía, en el Cop 25 que se celebra estos días en Madrid. Tal y como apunta el organismo, Alipay es una de las plataformas de pago online más populares del mundo. Procedente de China, la plataforma sirve a más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo. ¿La clave? Haber plantado 122 millones de árboles en las zonas más áridas de China sin coste alguno para el cliente, que solo debe cambiar sus hábitos a un estilo de vida más ecológico.
La plataforma se utiliza para pagar desde alimentos y alquiler de bicicletas, hasta productos de gestión de patrimonio e inversión. Pero el paso más ecológico lo dio en agosto de 2016, cuando la compañía china convirtió todo el poder y alcance de su tecnología digital para promover la acción climática. El proyecto Alipay Ant Forest, lanzado en la aplicación móvil de la compañía, recompensa a sus usuarios con "puntos de energía verde" cada vez que dan un paso para reducir sus emisiones, como ir en bicicleta al trabajo, no consumir papel o comprar productos sostenibles.
Esos puntos de 'energía verde' se convierten en un árbol virtual en la aplicación del usuario; una recompensa que Alipay iguala plantando un árbol real o protegiendo un área de conservación, en asociación con varias ONG locales. Y lo cierto es que tiene un gran tirón en China: desde su lanzamiento, Alipay Ant Forest ha alcanzado más de 500 millones de usuarios, ha plantado más de 100 millones de árboles en el noroeste de China (que cubren un área total de 112.000 hectáreas) y ha contribuido a la conservación de un área total de 12.000 hectáreas.
Además, también ha ayudado a crear alrededor de 400.000 oportunidades de trabajo directas e indirectas cerca de 7 millones de euros en ingresos para los agricultores que se dedican a plantar árboles, desarrollar productos agrícolas orgánicos y conectarlos con plataformas de comercio electrónico.
El problema principal que combate es la desertización causada por el cambio climático y el calentamiento global, que ya están causando graves daños a diversos ecosistemas y amenazando la vida de millones de personas. De ahí que la ONU busque soluciones de 'abajo arriba' para involucrar a las personas directamente en el cambio de comportamiento y el financiamiento 'verde', para complementar las iniciativas de acción climática de 'arriba abajo' lideradas por gobiernos y actores no estatales.
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