La artista obsesionada con salvar la web de los 90: de Geocities al chat de Terra

  • Olia Lialina imparte clases de diseño gráfico y también forma parte de un grupo de personas que trata de preservar el internet 1.0.
Olia Lialina
Olia Lialina
Olia Lialina

Si naciste antes de los 90, lo más probable es que aprendieses a hacer páginas web con el arcaico Microsoft Frontpage, que tu primera interacción con el vasto universo de internet fuese una página de Geocities o que tiempo antes de tener que esperar a que alguien te enviase un zumbido en el MSN Messenger tu primera forma de comunicación con el resto del mundo fuese gracias a los chats de Terra. La web 1.0 era tan rudimentaria que hoy despierta la añoranza de muchos y, aún más importante, la pasión de un grupo de personas que tratan de preservarla de la obsolescencia.

Es el caso de Olia Lialina, autodefinida como 'net artist' ("artista no enfocada en crear en internet, sino en que sus creaciones versen sobre internet", en sus propias palabras) y parte de Rhizome, una organización que se ha propuesto como objetivo salvar aquel internet primitivo de los 90, "no porque visualmente fuese un prodigio técnico, sino porque hay una gran cantidad de historias personales" en aquellas páginas, tal y como explica Lialina desde Alemania, en una entrevista telefónica con 'La Información'.

"Mi interés por la web nació hace mucho tiempo, cuando el 'viejo internet' no era tan viejo. Me fascinaba lo rápido que las páginas web desaparecían. Mi interés empezó a crecer y pronto me obsesioné", señala. De hecho, ese interés tiene que ver con su profesión: a mediados de los 90, como en la actualidad, Lialina impartía clases de diseño gráfico y la importancia de aquellas primeras webs para el desarrollo posterior resulta innegable. Para hacerse una idea: en 1999 había unas 38 millones de páginas en Geocities, mientras que en 2019 Wikipedia tiene en total algo menos de seis millones.

Página de bienvenida de Geocities
Página de bienvenida de Geocities. / Geocities

Para Lialina, en cada página web de Geocities "cada persona expresa algo de sí misma", algo de un valor imponderable para esta artista que, por cierto, fue una de las primeras en vender una de sus obras de arte transfiriendo la posesión del dominio y la dirección IP al interesado en comprar una de sus obras. Para ella, cada sitio web en el que se expone una parte de uno mismo supone una forma mucho más pura de comunicar que en la actualidad. De hecho, echa de menos que "la mayoría de ellos tenía un libro de visitas en el que ocho de cada 10 escribían algo. [...] Ahora, hay miles de visitantes y me llega un comentario al año".

Otra cosa que añora son aquellos arcaicos chats de los 90, como el de Terra. "Lo conozco, pero nunca lo utilicé por la cuestión del idioma", explica Lialina en inglés. En aquellos primeros chats que revolucionaron España, los usuarios no podían ni siquiera compartir imágenes o vídeos, por lo que se dividían en salas según sus intereses (lectura, cine, deporte, etc.) y simplemente hablaban anónimamente unos con otros. Sin embargo, considera que la comunicación ha "mejorado mucho desde entonces". Terra, en la actualidad, ha renovado el formato pero mantiene la separación por temáticas o intereses, aunque sin tantos usuarios como hace 20 años.

¿Qué hace alguien con todo Geocities?

En cualquier caso, el grueso del proyecto de Rhizome es preservar Geocities para que no quede en el olvido. Por eso, en 2009, justo antes de que la web fuese a desaparecer, Lialina y sus colegas decidieron guardar las millones de páginas personales que contenía en un disco duro. ¿Adivinan cuánto ocupaba todo Geocities? Tan solo un terabyte (1 TB), que es la capacidad de almacenamiento que tienen la mayoría de los ordenadores actuales. "Me sentía triste porque fuesen a desaparecer", confiesa Lialina. Sin embargo, ¿qué hace alguien cuando tiene en su poder todo Geocities?

"Mirarlo. Es importante que alguien mire esas páginas y yo lo hago cada día. Te encuentras historias de todo tipo", apunta Lialina, que explica que combina su labor de preservación con la de artista (estará como invitada en 'The Influencers Festival' en Barcelona los próximos 25 y 26 de octubre). Especialmente porque "la iniciativa de Rhizome es privada" y no recibe ayudas de ninguna asociación u organismo público, lo que conlleva unos costes difícilmente sufragables si renunciase a su carrera como 'net artist'.

Como única ayuda han recibido las donaciones a través de la página web de Rhizome, así como algún préstamo esporádico como algunos discos duros o un servidor proporcionado por una universidad en Alemania. Sin embargo, gracias a él pueden almacenar en la web parte de los tesoros que tienen de Geocities. Por ejemplo, en esta página de Tumblr publican cada día una captura de pantalla de las millones de páginas de Geocities. Según Lialina, es su forma de "contribuir a preservar el primer internet que conocimos". Y parte de nuestra memoria colectiva.

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