Los atracadores de los Estados Unidos han comenzado a usar el pánico existente por contraer el coronavirus como arma para llevar a cabo sus ataques contra la policía y los trabajadores de los comercios y establecimientos abiertos en medio de la pandemia global. Los sucesos se han producido en diversos estados del país, pero todavía no hay una respuesta contundente y conjunta por parte de todos ellos, según informa 'The Guardian'.
En Michigan, un hombre se limpió la nariz y la cara con la camisa de un empleado de la tienda después de que este intentase que el supuesto agresor se pusiera una máscara para evitar el contagio. Este hombre, de 68 años, fue acusado de agresión. Si se declara culpable, se enfrenta a tres meses de cárcel y una multa de 500 dólares.
De la misma manera, en Florida otro hombre tosió y escupió a la policía y amenazó con propagar el virus mientras estos intentaban investigar llamadas por supuesta violencia de género en su domicilio. El individuo se enfrenta hasta cinco años de prisión después de que los resultados de sus pruebas resultaron negativos.
Según señala 'The Guardian', el estado de Nueva Jersey ha sido uno de los primeros en considerar esta amenaza. Considera un delito emitir una "amenaza creíble para infectar a otro con Covid-19 o una enfermedad infecciosa similar que provocó una emergencia pública". Existe un proyecto de ley, elaborado por el senador republicano Kristin Corrado, para castigar con 10 años de cárcel y una multa de 150,000 dólares a aquellas personas que amenacen con propagar el coronavirus.
"Para aquellos que piensan que es descarado hacer una broma enferma como esta, sufrirán las consecuencias de sus malas decisiones", ha señalado Corrado en un comunicado. Además, el senador insiste: "Estas amenazas no se tomarán a la ligera, y los culpables serán castigados en la mayor medida de la ley".
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