Barcelona y CSKA de Moscú pelean por la honra en Londres

Jorge E. Peris

Londres, 11 may.- Barcelona Regal y CSKA de Moscú, eliminados en las semifinales de la Final a Cuatro de Londres, a manos de Real Madrid y Olympiacos, respectivamente, pelearán mañana (17:00, hora local, 18:00 en España) por evitar finalizar la cita en última posición.

Españoles y rusos, ya sin la presión que supone disputar la final de la máxima competición continental, se jugarán la llamada 'final de consolación' más preocupados por el estado físico y anímico de sus equipos que por el choque en sí.

La que muchos consideraban como la final anticipada, se convierte en un aliciente más para que público londinense, poco dado al deporte de la canasta, acuda al imponente O2 Arena, a la orilla del río Támesis, a disfrutar de algunos de los jugadores de baloncesto más emblemáticos del continente.

Los azulgranas Juan Carlos Navarro, Ante Tomic o Marcelinho Huertas y los 'moscovitas' Milos Teodosic, Viktor Khryapa, Sonny Weems o Nenad Krstic harán, con total seguridad, las delicias de los presentes en el majestuoso coliseo londinense.

Después de la decepción por la ajustada derrota ante el Real Madrid (67-74) en la semifinal, el técnico del Barcelona, Xavi Pascual, aprovechará el choque de mañana para dar descanso a algunos de sus puntales y dejar que los muchos 'tocados' de la mermada plantilla azulgrana se recuperen, con vistas a encarar de la mejor forma posible las eliminatorias por el título en la competición nacional.

El CSKA, favorito, a priori, para coronarse campeón de Europa, volvió a sufrir ayer una nueva decepción ante su bestia negra: el Olympiacos griego (52-69), mismo rival que le arrebató la Euroliga el pasado curso a menos de un segundo para el final del encuentro.

El griego Georgios Printezis anotó una canasta en el último suspiro, en uno de los finales más apretados de la historia, que dio el título al conjunto de El Pireo, en la Final Four disputada en Estambul.

Llegaron los hombres del italiano Ettore Messina, que cuenta con cuatro Euroligas en su haber (1998 y 2001, con el Kinder de Bolonia, y 2006 y 2008, con el conjunto ruso), a Londres con la vitola de favoritos y de equipo a batir, y se despiden del título a las primeras de cambio después de ser barridos por un Olympiacos muy ordenado y serio en todas las facetas del juego.