Bélgica agota las negociaciones y el rey acepta la dimisión del Gobierno de Leterme

  • Tras cincos días en los que el monarca y un mediador han tratado de resolver la crisis política de Bélgica, se han agotado las opciones y el Alberto II han tenido que aceptar la dimisión en bloque del Gobierno de Leterme, que se presentó el pasado jueves. Las elecciones anticipadas no son la solución para los dirigentes políticos belgas, que temen el auge de los extremistas.

El rey Alberto II de Bélgica acepta la dimisión del primer ministro Leterme
El rey Alberto II de Bélgica acepta la dimisión del primer ministro Leterme

El rey Alberto II de Bélgica aceptó ayer la dimisión del Gobierno que presidía desde hace apenas cinco meses el democristiano Yves Leterme, que dimitió el pasado jueves y a quien el monarca encargó que continúe ocupándose sólo de los asuntos corrientes.

Leterme había presentado la dimisión de todo su equipo, tras la retirada, por sorpresa, de los socios liberales flamencos (Open VLD) de la coalición de cinco partidos que ha gobernado en Bélgica desde noviembre.

El rey Alberto II había mantenido desde el jueves en suspenso ladimisión de Leterme, pero hoy el monarca terminó por aceptarla, lo queindicaría, según los observadores, que el bloqueo político es total.

"Estamosante una grave crisis del Estado", reconoció la viceprimera ministrasocialista, Laurette Onkelinx, y "no lejos de una crisis del régimen",advirtió.

El mediador también dimite

Este fin de semana, mientras mantenía en suspenso su decisión, el rey había encargado al líder de los liberales francófonos (MR), Didier Reynders, que tratara de facilitar la vuelta de todos los partidos a las negociaciones en torno a BHV. Reynders acudió a Palacio ayer por la mañana y, tras informar al rey de sus gestiones, solicitó ser liberado de la misión, según la agencia Belga.

Por la tarde, Alberto II recibía a Leterme y le comunicaba su decisión de aceptar la renuncia. Los principales dirigentes francófonos no ahorran críticas contra los liberales del Open VLD, que se habrían comportado como auténticos "pirómanos", según Onkelinx.

Para la responsable de los humanistas francófonos (MR, ex democristianos), Joëlle Milquet, la maniobra del Open VLD sólo obedece a cálculos electoralistas porque este partido espera con la crisis atraerse el apoyo del sector más nacionalista en Flandes.

En otras circunstancias, la única salida posible sería la celebración de elecciones anticipadas, pero la mayoría de los dirigentes políticos advierte del riesgo de una escalada de los extremistas, sobre todo en el norte del país. Además, Bélgica asumirá el 1 de julio la presidencia rotatoria de la Unión Europea, tras España.

Los partidos flamencos han amenazado con forzar el próximo jueves la escisión pura y simple del distrito BHV, sin compensaciones para los francófonos, mediante un voto, mayoría contra minoría, en el Parlamento federal que, de producirse, agravará todavía más el riesgo de ruptura que sacude a Bélgica.

Estatuto lingüístico

El origen de la crisis es la incapacidad de los dirigentespolíticos de las dos comunidades del país, flamencos y francófonos,para ponerse de acuerdo sobre el estatuto lingüístico de las poblaciones situadas en la periferia de la capital, Bruselas.

Lospartidos de la mayoría gobernante -democristianos y liberales flamencosy francófonos, y socialistas francófonos- se habían dado de plazo hastala Semana Santa para tratar de llegar a un compromiso que resolviera ladisputa en torno al distrito de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), queenvenena desde hace décadas la vida política en este país.

Vencidoel plazo y agotada la mediación que el rey encargó al ex primerministro Jean-Luc Dehaene, los liberales del Open VLD decidieron eljueves pasado retirarse del Gobierno, en un intento de forzar a lospartidos francófonos a aceptar un acuerdo inmediato.

Todos lospartidos flamencos reclaman desde hace años la división del distritoelectoral y judicial de BHV, que representa una anomalía en laorganización del Estado. Desde que quedó fijada la frontera lingüísticaen este país, BHV es el único distrito a caballo entre las doscomunidades monolingües.

Pese a estar situadas en Flandes,algunas poblaciones de la periferia de Bruselas donde los francófonosson mayoritarios siguen disfrutando de facilidades, como poder votar yser elegidos en listas francófonas o comparecer ante la Justicia en sulengua materna.

Los francófonos de Flandes insisten en blindaresas facilidades o, en su defecto, ampliar el territorio de laregión-capital de Bruselas, la única que es constitucionalmentebilingüe.

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