Bin Laden dejó una carta a su mujer, a la que llamaba "la niña de mis ojos"

El líder de Al Qaeda mostraba su preocupación por que su cautiverio provocara a su familia "una crisis psicológica". Así lo mostraba en uno e los documentos difundidos este miércoles por Estados Unidos.

El 'enemigo número uno' de los estadounidenses llamaba a su mujer "la niña de mis ojos"y "lo más precioso que tengo en este mundo". Y consentía en que ella contrayera matrimonio tras su muerte, aunque se reservaba los derechos de casado cuando ambos fueran al paraíso.

Osama Bin Laden escribió una carta muy emotiva a su mujer en lo que fue su última voluntad, tal y como tituló a la misiva.
"Pido a Dios que todos estéis en buenas condiciones y que acelere vuestra liberación y la de todos los prisioneros muyahidin y os lleve a las orillas de la seguridad", comenzaba la carta.

Más avanzada la misiva se ponía romántico: "Quiero que sepas que llenas mi corazón de amor y hermosos recuerdos como los de tu capacidad de aguantar tensiones para tranquilizarme, o tu amabilidad hacia mí. Cada vez que pienso en tí, se me llenan los ojos de lágrimas por tenerte lejos".

El terrorista juraba amor eterno, advirtiendo de que no se casaría de nuevo "porque no encontraré una mujer como tú, y permaneceré en la tierra de la yihad hasta que Dios nos una y pueda verte a ti y a mis hijos". Bin Laden buscaba un modo de compensarla "por todo el amor que perdiste" durante el cautiverio. Y si encontrarse en este mundo no es posible, prometía verla en el más allá.

Así que el hombre más buscado del mundo pedía "paciencia" y "fortaleza" para complacer a Alá de modo que permitiera el encuentro de ambos en el paraíso.

Osama en su testamento trasladaba su voluntad de que se casaran con un yihadista - "esos son los mejores" o al menos "con buena gente". "Si me matan y tú quieres regresar a tu familia, está bien, pero tendrás que criar a mis hijos apropiadamente, y tener cuidado con las malas compañías para ellos, sobre todo tras la pubertad, sobre todo con las chicas", advertía.

Para la madurez de su hijo Osama auguraba un futuro yihadista: "Si hay alguien más que cuide de ti, envíalo al campo de batalla junto a su abuelo", a cumplir con "la obligación de la yihad que tienen todos los adultos".

Incluía al final una nota de humildad, pidiendo perdón por sus faltas con ella y con sus hijos y le pedía que rezara por él.