Caso Orlandi: analizan los restos hallados en el osario del cementerio teutónico

Los expertos abren los osarios en el cementerio teutónico para ayudar a resolver la desaparición de Emanuela Orlandi. /EFE/EPA/VATICAN MEDIA
Los expertos abren los osarios en el cementerio teutónico para ayudar a resolver la desaparición de Emanuela Orlandi. /EFE/EPA/VATICAN MEDIA
Los expertos abren los osarios en el cementerio teutónico para ayudar a resolver la desaparición de Emanuela Orlandi. /EFE/EPA/VATICAN MEDIA
Los expertos abren los osarios en el cementerio teutónico para ayudar a resolver la desaparición de Emanuela Orlandi. /EFE/EPA/VATICAN MEDIA

La investigación del 'Caso Orlandi' sigue adelante, y este sábado ha comenzado otro capítulo con la investigación y análisis de dos osarios que se encuentran a poca distancia de las dos tumbas donde la familia pensó que Emanuela fue enterrada, dentro de la ciudad del Vaticano, tras desaparecer misteriosamente en 1983.

Los exámenes siguen a la apertura, el pasado 11 de julio, de dos tumbas del Cementerio Teutónico – la llamada 'Tumba del Ángel', en la que se creía que estaba enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en 1836, y la adyacente, de la princesa Carlota Federica de Mecklemburgo, que murió en 1840.

Tras descubrirse que las tumbas estaban vacías se están investigando los osarios cercanos a las mismas. Los restos son analizados y estudiados in situ por el profesor Giovanni Arcudi y su equipo – ante la presencia del experto de confianza designado por la Familia Orlandi – de acuerdo con los protocolos reconocidos internacionalmente. Por el momento, no es posible predecir la duración de estas operaciones para completar el análisis morfológico de los restos encontrados en los osarios.

En el Cementerio Teutónico trabajan además personal de la Fábrica de San Pedro para la apertura y cierre de los osarios y el personal del COS, es decir, del Centro Operativo de Seguridad de la Gendarmería Vaticana.

La desaparición de Emanuela Orlandi, hija de 15 años de un empleado vaticano, a la que se le perdió la pista el 22 de junio de 1983 cuando salía de la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, ha estado siempre rodeada de misterio. Han sido varias las teorías, nunca demostradas, que implican a instituciones del Estado Pontificio como la Curia vaticana, a la Banda de la Magliana (la mafia de Roma) o, incluso, a un posible nexo con el atentado contra Juan Pablo II en 1981, en el que el papa recibió cuatro disparos a manos del turco Mehmet Ali Agca.

Tras descubrirse que las tumbas estaban vacías, Pietro Orlandi, que desde hace 36 años busca a su hermana, insistía en una entrevista que "en el Vaticano saben lo que sucedió" y que "hay responsabilidades de alguien en el interior de la Santa Sede que ordenó el secuestro". "Nos han ilusionado y desilusionado tantos años", explicó por teléfono a Efe el hombre que tras la muerte de su padre y con su madre ya anciana lidera la lucha para conocer las respuestas de la desaparición de su hermana.

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