El drama de los rohingya: así relatan las víctimas los abusos del Ejército birmano

  • La ONU ya cifra en 509.000 el número de rohingya que ha huido del estado de Rajine (oeste) hacia Bangladesh.
Cientos de niñas rohingya en Malasia son raptadas y vendidas como esposas
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Cuando Karam vio cómo a su hermano de 17 años le disparaban en la espalda, supo que no sobreviviría. Sin embargo, no impidió que intentara socorrerle, aunque eso significara enfrentarse a un grupo de militares que le rompió varias costillas de una brutal paliza. Pudo resistir y salir huyendo, pero su hermano no consiguió llegar a la deseada Bangladesh: murió cuando cruzaban un río cercano

Desde 1978, sucesivas oleadas de refugiados rohingyas han abandonado sus hogares a causa de los ataques del ejército. Ahora, la crisis humanitaria ha vuelto a reavivarse y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ya cifra en 509.000 el número de rohingya que ha huido del estado de Rajine (oeste) hacia Bangladesh.

Por su parte, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado la ejecución de decenas de rohingya por parte del Ejército en ese Estado. Según los relatos de los supervivientes, los soldados se llevaron a decenas de hombres y niños a un patio de un complejo residencial y allí les tirotearon o apuñalaron hasta la muerte, mientras que otros fueron asesinados cuando intentaban huir. Tras ello, cargaron camiones con los cuerpos para llevárselos de allí. "Algunas personas han sido decapitadas, y muchas ha sido asesinadas con machetes. Nos escondíamos en una casa cuando comenzaron a decapitar. Cuando lo vimos, corrimos lejos de nuestra casa", explica uno de los testigos a la ONG Fortify Rights.

Las atrocidades, no obstante, no terminaron allí. Los soldados habrían arrestado a un grupo de hombres, los encerraron en una choza de bambú y prendieron fuego a la cabaña. "Quemaron a mi hermano con el grupo. Encontramos [los cadáveres del resto de su familia] en los campos. Tenían heridas de bala y cortes en el cuerpo. Mis dos sobrinos habían sido decapitados. Uno tenía seis años y otro nueve. Mi cuñada fue asesinada a balazos", cuenta Abdul Rahman a la citada ONG.

"Cinco de ellos me violaron. Mi hijo de ocho meses estaba llorando de hambre, así que para lo mataron con un cuchillo"

Víctima rohingya de un ataque del ejército birmano

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh. Un informe de Naciones Unidas explica con detalle las atrocidades que viven: desde asesinatos masivos y a violaciones en grupo por parte de los soldados, en acciones que “muy probablemente” constituyan crímenes contra la humanidad.

Kabir Ahmed, un hombre de 65 años y productor de arroz conoce de primera mano el horror. Cuando los soldados atacaron su pueblo, perdió a 8 miembros de su familia, entre ellos dos hijos, relata a The Guardian. “Cuando supe que el Ejército estaba atacando el norte de la aldea, me lancé al río. Dos de mis hijos vinieron conmigo. Tienen 12 y 10 años. Echaron a los niños al río; a mi mi nieta Makarra, de tres años, y a mi nieto Abul Fayez, de un año. Yo estaba escondido en la orilla sur, los soldados reunieron a todos los lugareños y entonces les pidieron que caminaran. Después les dispararon. Nos escondimos detrás de unos árboles en la montaña. Cuando oscureció, recogieron todos los cadáveres que encontraron y los quemaron. Todo esto pasó a unos 40 metros de donde yo estaba. Muchos cadáveres están sepultados a unos dos o tres metros de la orilla del río”, rememora.

1.600 menores no acompañados

Precisamente los niños son las principales víctimas de este 'apartheid'. El director de la ONG World Vision en Bangladesh, Fred Witteveen, ha explicado que se han registrado hasta la fecha a más de 1.600 menores no acompañados, "pero sospechamos que esta es solo una fracción de la cifra real". "Estos niños están hambrientos y solos, están en riesgo de malnutrición, enfermedades, cuestiones de salud mental, explotación y abuso. La mayoría de ellos cuentan que solo comen una vez al día, normalmente arroz con sal, por lo que no pasará mucho tiempo antes de que veamos complicaciones médicas graves por malnutrición", ha destacado.

Se trata de niños que han visto matar a sus padres o quemar sus aldeas. Como la pequeña Somsida. A sus 11 años, y tras perder a dos de sus tíos en la ola de violencia, ahora vive con su familia en un campamento en Bangladesh. "En mis sueños veo a gente corriendo, llorando, gritando y peleando y de repente me despierto en pánico", cuenta.

También abundan los casos de mujeres que han visto asesinar a sus maridos, perdido a alguno de sus hijos o que ahora están tan desnutridas que no pueden amamantar a sus bebés, según denuncia la ONU. "Ellos golpearon y mataron a mi esposo con un cuchillo. Entraron en mi casa. Cinco de ellos me quitaron la ropa y me violaron. Mi hijo de ocho meses estaba llorando de hambre cuando estaban en mi casa porque quería comer, así que para silenciarlo lo mataron también con un cuchillo", recuerda una de ellas. Ahora, en campo de refugiados deja pasar los días sentada en una pequeña tienda. "Pensé que iba a morir, pero sobreviví. Si a esto se le llama sobrevivir".

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