La lucha contra el desempleo se ha convertido en uno de los sellos del presidente estadounidense Donald Trump. El pasado mes de mayo, la tasa de paro se mantuvo en el 3,6%, una cifra que no se anotaba desde 1969. Sin embargo, frente al descenso del desempleo masculino, el femenino ha subido una décima.
El Gobierno de Trump creó un total 75.000 empleos no agrícolas el pasado mayo, frente a los 224.000 de abril, a causa de la ralentización en la contratación del sector de la construcción y a la destrucción de empleo público, en comparación con el mes precedente.
Las cifras de parados de larga duración, los que han permanecido en situación de desempleo durante un mínimo de 27 semanas, aumentaron hasta 1,29 millones de personas, lo que equivale a un incremento de 68.000 desempleados. Su peso con respecto al total del paro creció en más de un punto porcentual, hasta situarse en el 22,4%.
Estos resultados no han afectado por igual a hombres que a mujeres: mientras que el desempleo masculino descendió una décima, el femenino se elevó en la misma proporción. En este periodo, el paro juvenil se redujo tres décimas con respecto a abril.
Por su parte, la tasa de participación en el mercado laboral se mantuvo estable en el 62,8%. Esto se traduce en un aumento de la población activa con respecto al pasado abril de 176.000 personas.
El número de empleados en el sector de servicios profesionales creció en 33.000 personas, en la misma línea evolucionó el sector de la salud, que generó 16.000 puestos de trabajo. Mientras que el de la construcción solo sumó 4.000 empleos, frente a los 30.000 que se crearon en abril.
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