El Gobierno francés aumenta a 409 los heridos en las protestas por el carburante

  • Los 'chalecos amarillos' protestaron, en un primer momento, por el alza tributaria sobre los carburantes para financiar la transición energética.
Manifestantes vistiendo chalecos amarillos marchan al Palacio del Elíseo, en París (EFE/EPA/IAN LANGSDON)
Manifestantes vistiendo chalecos amarillos marchan al Palacio del Elíseo, en París (EFE/EPA/IAN LANGSDON)
Manifestantes vistiendo chalecos amarillos marchan al Palacio del Elíseo, en París (EFE/EPA/IAN LANGSDON)
Manifestantes vistiendo chalecos amarillos marchan al Palacio del Elíseo, en París (EFE/EPA/IAN LANGSDON)

El Gobierno francés aumentó hasta los 409, 14 de ellos graves, el recuento de heridos y hasta 282 el de detenciones en la tensa jornada de protestas que se registró el sábado en varios puntos del país, donde el movimiento conocido como los "chalecos amarillos" se alzó contra las tasas a los carburantes.

El Ministerio de Interior mantuvo en este balance el número de fallecidos -una jubilada atropellada en el sureste de Francia- e informó que esta noche todavía estaban activos varios puntos de protesta ciudadana. "Esta noche ha sido agitada (...) Hubo agresiones, peleas, cuchilladas", lamentó el ministro del Interior, Christophe Castaner.

Este domingo todavía había numerosos puntos de manifestaciones en rotondas, peajes y carreteras esparcidos por todo el país. Esta revuelta, organizada en las redes sociales sin la tutela de un partido o un sindicato, también acabó con heridos entre las fuerzas del orden y equipos médicos, un total de 28, "algunos de ellos graves", puntualizó Castaner.

Los 'chalecos amarillos', en alusión a la prenda fluorescente que portan los manifestantes, que es obligatoria llevar dentro de los vehículos, protestó, en un primer momento, al alza tributaria sobre los carburantes para financiar la transición energética, aunque rápidamente se extendió a la falta de poder adquisitivo en general.

No hay marcha atrás

El ministro de Transición Ecológica, François de Rugy, aseveró que el Gobierno francés no dará marcha atrás en su plan para aumentar el impuesto sobre los carburantes, a pesar del descontento expresado en la multitudinaria protesta ciudadana de este sábado.

"En materia de fiscalidad ecológica, seguiremos la trayectoria prevista. No hacerlo sería una inconsciencia", manifestó De Rugy, en una entrevista publicada en Le Parisien.

El Gobierno decretó un alza de los impuestos a los carburantes de 7,6 céntimos por litro para el diesel y de 3,9 céntimos para la gasolina para evitar el uso de vehículos contaminantes y promover la energía limpia. A partir de enero se aplicarán además tasas suplementarias de 6 y 3 céntimos, respectivamente. "Hay que mantener el ritmo de nuestras medidas que servirán para liberarnos de la dependencia del petróleo y evitar que (un aumento de precio del barril) no afecte nuestra economía", apuntó De Rugy, quien abogó "por dejar la trampa del automóvil".

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