A tres semanas de las elecciones del 25 de mayo, Ucrania sigue sumida en una polarización que cuesta amainar pese a las ofertas de diálogo y los gestos conciliadores. Los extremos de ambos lados del conflicto -la ultraderecha y los prorrusos violentos- siguen levantando suspicacias entre los representantes de ambos países.
Este miércoles ha sido el Comité Ruso para la Coordinación de la Ayuda a Ucrania el que, en boca de su vicepresidente, Georgy Fyodorov, ha alertado de que 4.000 combatientes se han infiltrado en Odessa para apoyar a las nuevas autoridades de Kiev.
Los datos, provenientes de un presunto informe elaborado por los separatistas de la ciudad y reportados por la agencia rusa ITAR-TASS, sugieren que el grupo de combatientes podría estar formado por militantes del Pravy Sektor, miembros de los batallones Dnipr y Kyiv-1 y 'ultras' del equipo de fútbol FC Dnipro, que ya protagonizó un enfrentamiento en esa misma localidad.
"Lo más peligroso es que la policía local les ha proporcionado listas de los activistas federalistas. Además, nos han informado de que toda la ciudad está bloqueada por puestos fronterizos y que el tráfico interno está prácticamente paralizado", ha resaltado Fyodorov.
Precisamente hoy, la misma agencia divulgó un estudio que evidencia la crispación que han generado los enfrentamientos con la ultraderecha a la población rusa. Según el informe, elaborado por la Fundación para el Desarrollo de la Sociedad Civil (FCSD),un tercio de los rusos creen que los nacionalistas radicales han llevado a cabo "un golpe de Estado" aprovechando la situación en Ucrania.
Un 32,4%, de hecho, consideran que los desórdenes han sido provocados por "militares especialmente preparados" para ello, una opinión que coincide con la de las propias autoridades ucranianas y occidentales, pero de forma inversa, ya que entre este sector se ha aventurado que Rusia infiltró a sus propios efectivos durante las protestas.Poroshenko llama a los separatistas "enfermos mentales"
Desde Berlín, el candidato mejor posicionado para ganar las presidenciales de Ucrania, Petro Poroshenko, alimentó esta tensión calificando de "enfermos mentales" a los separatistas prorrusos, según informa la agencia oficial rusa Ria Nóvosti.
El conocido como el 'rey del chocolate' en Ucrania ha viajado a Alemania para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. Antes de la reunión, Poroshenko ha insistido en que no negociará con los grupos federalistas que dominan el este del país porque los considera "terroristas".
"Sencillamente son terroristas, algunos de ellos son enfermos mentales", aseguró ante los medios, pidiendo asimismo nuevas sanciones contra Rusia en caso de que apoyase los referéndums secesionistas planteados en Donetsk y Lugansk, que parece que no se producirán por ahora por deseo expreso de Putin.
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