El salafismo se extiende sin control en Cataluña

Un matrimonio marroquí y sus dos hijos gemelos de 16 años han sido detenidos este martes en Badalona acusados de captar, reclutar y enviar yihadistas a Siria, país en que ya habría muerto uno de sus propios hijos. No son las primeras células integristas desarticuladas en Cataluña en los últimos meses. Tan es así que el propio Departamento de Estados de EEUU ya la alertó en 2010 que esta región mediterránea se estaba constituyendo en importante centro para el islamismo radical en España.

Sin embargo, en palabras de José María Gil Garre, director del departamento de estudios de terrorismo del Instituto de Seguridad Global con sede en Londres, hablar -como se ha publicado en algunos medios- de Cataluña como "sucursal del Estado Islámico" no deja de ser una "etiqueta periodística". En declaraciones a Lainformacion.com, Gil Garre considera que no existen en Cataluña elementos diferenciales en cuanto a la captación y radicalización de yihadistas respecto de otras comunidades "como Murcia o el País Vasco".

En este sentido, no se puede hablar de centro de operaciones yihadista en la medida en que este tipo de células no cuentan con estructuras ni relaciones jerárquicas con grupos terroristas como el Estado Islámico o Al Qaeda. "Son individuos que escuchan la fatwa de Baghdadi -califa del 'EI'- y responden a su mandato y despliegan una conducta criminal", explica.El salafismo se dispara en Cataluña

La clave, apunta el portavoz del Instituto de Seguridad Global, pasa por "la expansión de los entornos salfistas que se ha producido durante los últimos años en Cataluña, un proceso que ha facilitado el reclutamiento y radicalización de yihadistas". En este sentido, Gil Garre precisa que el salafismo - de árabe 'Salaf', predecesor, ancestro- no equivale a terrorismo, pero esta doctrina islámica ultraortodoxa que predica una interpretación literal del Corán tal y como se escribió en un contexto medieval -si forma parte del núcleo ideológico de todo yihadista. "El salafismo se ha extendido enormemente en España, singularmente en Cataluña", asegura.

En cuatro años los salafistas en Cataluña han doblado su presencia. Así, si en el 2008 contaban con alrededor de 30 centros religiosos, concentrados en su mayor parte en Tarragona, ahora controlan ya entre57 y 60mezquitas. Su área de influencia se ha extendido a Lérida y Gerona. "El salafismo ha resultado clave como elemento trazador del movimiento yihadista en los países del Magreb, de donde proceden numerosos de los terroristas recientemente detenidos en nuestras fronteras", apunta Gil Garre.

Sin embargo, el salafismo extiende sus tentáculos más allá de Cataluña. Hace unos días se celebró un congreso salafista en el País Vasco y en unos días La Rioja acogerá un evento similar. "En España se les ha dejado operar con total normalidad", explica.Una alternativa ideológica... para los jóvenes españoles

La fuerte implantación de la comunidad marroquí y paquistaní en Cataluña, particularmente en Barcelona, explica que los focos contra el yihadismo miren ahora al Mediterráneo. De acuerdo con datos de la Policía Nacional, existen unos 60.000 paquistaníes que residen en la Ciudad Condal, la mayoría hombres, solteros e indocumentados. Es en estos umbrales de la pobreza y la marginación donde el salafismo "agarra" a sus fieles.

"Muchos yihadistas se sienten 'desidentificados' con su entorno y sienten la necesidad de vincularse, incluso afectivamente, con una idea alternativa estimulante", argumenta Gil Garre que ilustra su explicación con un desgarrador ejemplo. "Un día me entreviste con la hermana de un yihadista 'occidentalizada' que había muerto en Siria. Le pregunte ¿por qué? y me respondió que le habían ofrecido la posibilidad de ser parte de algo importante", relata. El salafismo fascina porque ofrece respuestas sencillas -literales- a preguntas muy complejas. Y aporta unas pautas morales tan claras que proporciona a sus fieles un extraordinario sentimiento de pertenencia e identidad.

Sin embargo, según el analista del Instituto de Seguridad Global, cada vez son más los jóvenes españoles -"españoles de pura cepa", enfatiza Gil Garre- que se convierten al Islam directamente desde el salafismo. "Esos procesos son particularmente visibles en Cataluña", asegura. "Se producen situaciones de vulnerabilidad o falta de afecto entre muchos chavales catalanes acomodados que los radicales explotan para arrastrarlos a la violencia", asegura.

"Los salafistas que hayan visto las detenciones de este martes pensarán que han sido arrestados precisamente por ser salafistas o porque la mujer lleva niqab", expone Gil Garre, "ahí reside la carga de radicalidad de esta doctrina islámica", explica."España debe prepararse para un atentado con cuchillos en una plaza pública"

Más allá del "extraordinario trabajo" desarrollado por la Inteligencia policial -"que ha desbaratado ataques inminentes en España"- José María Gil Garre cree que España no enfoca bien la dimensión de la amenaza yihadista. En este sentido, nuestro país debe prepararse para atentados poco complejos de gran impacto.

"No hace falta un 11-S, un 11-M o un atentado en un cuartel de la OTAN, el yihadismo ha entendido que resulta mucho más aterrador si provoca un acuchillamiento masivo en una plaza pública a plena luz del día", explica con un terrorífico ejemplo el analista del Instituto de Seguridad Global. En mayo de 2103, un yihadista degolló a un soldado británico en plena calle en el barrio de Woolwich, al sureste de Londres. Se trataba de un hijo de inmigrantes, londinense criado y crecido en Londres, converso al Islam , el responsable de un atentado sangriento con cientos de móviles grabando una escena con un asesino que gritaba Alá es grande. El Instituto de Seguridad Global alerta de peligros similares con jóvenes españoles adeptos al salafismo.El yihadismo mira a Al-Andalus

Desde Osama Bin Laden al califa Abu Bakr al-Baghdadi, los ideológos del yihadismo han señalado a Al Andalus -España- como un territorio para la conquista con una extraordinaria carga simbólica. No en vano, los musulmanes ocuparon España durante 700 años. En este sentido, el verdadero peligro pasa más allá del regreso de los combatientes muyahidines de Siria por el hecho de que el califa del Estado Islámico decrete que la yihad se va a hacer ahora en España.

"Esa es la amenaza real", concluye José María Gil Garre.