'Fake news', mentiras y manipulaciones: la guerra sucia que se libra en Venezuela

El líder opositor venezolano Leopoldo López (d) abraza a su esposa, Lilian Tintori (i). / EFE/Miguel Gutiérrez
El líder opositor venezolano Leopoldo López (d) abraza a su esposa, Lilian Tintori (i). / EFE/Miguel Gutiérrez

El día en que Juan Guaidó indultó a Leopoldo López, lo sacó del arresto domiciliario y convocó manifestaciones contra Maduro, apareció en las redes una información donde se veía al presidente de Chile ante las cámaras de TV con este texto. "Si tocan a Guaidó, en dos horas tropas aéreas chilenas entran en Venezuela". Era un fake.

Desde el miércoles pasado, las noticias falsas, la desinformación y las declaraciones intencionadamente manipuladoras se han adueñado de las redes sociales pero también de los medios de comunicación. Venezuela se ha convertido en un punto geoestratégico no solo donde la oposición libra una batalla contra Maduro, sino también Estados Unidos y Rusia.

Si alguien pregunta cómo están ofreciendo los canales de televisión de Venezuela las noticias sobre la rebelión, la respuesta es: no dan una sola imagen. Los canales se arriesgan a ser multados o a perder su concesión televisiva. Por esa razón, en el último informe de Reporteros sin Fronteras, Venezuela aparece como uno de los países del mundo donde no hay libertad de expresión.

Los venezolanos buscan las redes sociales para informarse, desde canales de YouTube hasta Twitter. Para obstaculizar que la información fluya por las redes, Conatel, que es la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, cortaba la señal de modo que era imposible acceder a YouTube, o a Twitter a quienes tuvieran la línea telefónica contratada con las empresas estatales como Cantv.

Pero no ha podido hacer nada con WhatsApp, porque esta red se sirve de las líneas telefónicas, y para cortarla, habría que suprimir el servicio telefónico en todo el país.

Pero una cosa son los bulos, y otra son los datos erróneos. En enero de este año, Sol Sánchez, de Izquierda Unida, dijo en el programa 'Espejo Público' de Antena 3, que "a nadie se le escapa que el 30% del consumo interno de petróleo en EEUU depende de la importación de Venezuela".

Por supuesto, las redes de apoyo a Maduro se apresuraron a dar la noticia, alegando que esa era la razón por la que EEUU quería intervenir en Venezuela. MalditoBulo fue a las fuentes y destapó el error: el petróleo de Venezuela solo supone un 1% del consumo de EEUU. Otro bulo que destapó fue el de una manifestación de opositores a Maduro donde se leían carteles que decían: "Queremos McDonalds’s, no universidades". Era un montaje para desacreditar a la oposición.

En el panorama de las informaciones falsas se puede hablar de varios niveles. El primero es el del bulo, es decir, una información falsa cuyo origen es difícil de determinar como el de la invasión de Venezuela por chilenos. El segundo es la desinformación, es decir, cuando un medio o un periodista se escoran hacia un lado o a otro.

Rusia Today, el medio de comunicación en varios idiomas que representa el punto de vista oficial de Putin, ha sido una de las fuentes que más ha trabajado por desinformar. Con 2,78 millones de seguidores en Twitter, una web muy seguida y un canal de televisión que se puede ver en muchos países, publica contenidos con un solo objetivo: desacreditar la política internacional de EEUU y de sus aliados.

En el caso de Venezuela, su posición es clara: apoyar a Maduro y denunciar a "los golpistas". Es una plataforma del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, quien acusa a EEUU de volver a la doctrina Monroe cuando se trata de Venezuela. Es la misma postura que Cubainformación, que a través de las redes sociales se hace eco de las manifestaciones en Bilbao en apoyo a Maduro, aunque solo convoquen a una decena de personas, y rellenen el vídeo con imágenes de años pasados.

Del mismo modo, los medios de la izquierda antinorteamericana interpretaron las palabras de John Bolton, asesor de Seguridad Nacional, sobre Venezuela adjudicándole estas palabras: "EEUU confiesa que el golpe es por el petróleo", tituló HispanTV, un canal de televisión patrocinado por el gobierno iraní. En realidad, Bolton dijo que "sería un gran paso que empresas norteamericanas invirtieran y pusieran a producir la capacidad petrolera de Venezuela". Entre poner a producir y quedarse con el petróleo hay una gran diferencia.

Y el tercero es la manipulación, algo que es típico de todos los gobiernos y partidos políticos. Consiste en que fuentes fiables difunden información que es imposible de comprobar. Por ejemplo, Bolton afirmó que Maduro ya tenía un pie en el avión, y que EEUU había mantenido conversaciones con el ministro de Defensa de Venezuela y el presidente del Tribunal Supremo.

¿Se trata de una noticia verdadera o de que Maduro pierda la confianza en sus hombres duros? Forma parte de la guerra informativa, aunque por desgracia, los periodistas no tengan más remedio que dar eco a esas manifestaciones, sin tener la posibilidad de comprobar si es verdad o mentira.

Los servicios secretos de los países implicados están jugando un papel decisivo en la batalla que se libra en Venezuela, pero de sus actividades no se sabrá nada hasta el día en que se desclasifiquen los informes.

Pero, sin duda, quien gana en manipulación es Nicolás Maduro, que falsificó las pasadas elecciones presidenciales para permanecer en el poder. La empresa que se encargaba de computar los votos, Smartmatic, dijo que por lo menos había un millón de votos irregulares, tras lo cual abandonó el país.

En sus seis años de gobierno, Maduro ha mentido una y otra vez. Una de las últimas fue achacar a una "guerra electromagnética" la caída del flujo eléctrico en todo el país, e incluso, culpar a tropas especiales norteamericanas de las que dijo que tenían pruebas pues tiradores de élite habían destruido las centrales eléctricas. Pero nunca aparecieron las pruebas, salvo un chiste en las redes en el cual se veía al actor Bradley Cooper empuñando un rifle de precisión, y que procedía de la película "El francotirador".

Muy bien asesorado por los servicios secretos cubanos, los chavistas suelen hacer actos donde aparecen decenas de miles de personas apoyando a Maduro, sean militares o civiles. Sin embargo, suelen ser tomas de cámara a vista de suelo, no a vista de pájaro, de modo que con unos cientos de personas parecen que las calles están rebosantes. Eso fue lo que sucedió en enero de este año, cuando la televisión estatal venezolana transmitía una multitudinaria manifestación de apoyo a Maduro, que tomada desde un edificio por un móvil, resultó convocar menos que una feria de pueblo.

Los que se dejan llevar por las manifestaciones de tropas y chavistas a las que Maduro es tan aficionado, no toman en cuenta que los soldados cumplen órdenes y que los funcionarios públicos temen represalias si no acuden, mientras que las manifestaciones en pro de Guaidó son espontáneas: nadie acude bajo el signo de ser reprimido si no asiste.

Los periodistas también corren peligro en la Venezuela de Maduro.

En la lista de 180 países estudiados por Reporteros sin Fronteras, Venezuela ocupa el puesto número 148. "El autoritarismo de Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, parece no tener límites", dice el informe que se acaba de hacer público. "En 2018 se intensificó la represión contra la prensa independiente. RSF registró un número récord de detenciones arbitrarias y de actos violentos perpetrados por las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia venezolanos".

Venezuela, es ahora una olla llena de 'fake news', bulos, mentiras, manipulaciones y censura. Se ha convertido en el escenario principal de una olla a presión donde la desinformación es un arma estratégica. Todas las partes tratan de ganar pequeñas o grandes batallas en este escenario, porque si no lo hacen, el enemigo lo hará.

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