Hirscher cumplió los pronósticos y capturó oro en el eslalon de clausura

  • El austriaco Marcel Hirscher cumplió los pronósticos que lo señalaban como principal favorito y capturó el oro en el eslalon masculino, la prueba que cerró hoy, domingo, los Mundiales de esquí alpino que se disputaron durante las dos últimas semanas en la estación austriaca de Schladming.

Adrian R. Huber

Madrid, 17 feb.- El austriaco Marcel Hirscher cumplió los pronósticos que lo señalaban como principal favorito y capturó el oro en el eslalon masculino, la prueba que cerró hoy, domingo, los Mundiales de esquí alpino que se disputaron durante las dos últimas semanas en la estación austriaca de Schladming.

Hirscher, de 23 años, líder de la Copa del Mundo -que ganó la pasada temporada-, impulsor del triunfo de su país en la prueba por equipos y medallista de plata en el gigante, no contradijo los pronósticos y se erigió en el salvador del honor deportivo patrio al imponerse ante 40.000 aficionados en la prueba que cerró los Mundiales de Schladming, en Estiria.

El salzburgués, que ya lideraba la prueba tras la primera manga, se impuso por delante del alemán Felix Neureuther y de otro austriaco, Mario Matt, que conservaron los puestos que ocupaban tras la primera bajada y lo acompañaron en el último podio de los campeonatos.

Hirscher afrontó la manga decisiva con dieciocho centésimas de ventaja sobre Neureuther y con algo más de medio segundo respecto a Mario Matt, doble campeón del mundo de la disciplina: en 2001, ante su público, en Sankt Anton (Tirol); y hace seis años, en Are (Suecia).

El italiano Manfred Moelgg -bronce en el gigante del viernes, en el que el estadounidense Ted Ligety (que se salió hoy en la primera manga) había firmado la gesta de ganar su tercer título- era cuarto, a 65 centésimas de Hirscher; y el alemán Fritz Dopfer quinto, a 66.

Pero Moelgg se salió de recorrido en el segundo acto, en el que el sueco Andre Myhrer avanzó tres puestos para finalizar cuarto una prueba en la que el croata Ivica Kostelic y el francés Alexis Pinturault -que compartían novena plaza tras la primera bajada- acabaron quinto y sexto, por delante de Dopfer.

Benjamin Raich, octavo en la primera manga, la pifió con el vigésimo cuarto crono en la segunda y acabó decimotercero. Y con Manfred Pranger eliminado en la manga decisiva, Austria se temió lo peor. Pero Matt -había ganado también oro por equipos en Are y plata en la combinada de Sankt Anton- aguantó el tipo y, al mejorar el tiempo de Myhrer, aseguró su quinta medalla en unos Mundiales.

Neureuther, hijo de la mítica Rosi Mittermaier -la gran triunfadora de los Juegos de Innsbruck'76 (Austria), donde ganó oro en descenso y eslalon; y plata en gigante- y cuyo padre, Christian, obtuvo sus seis victorias en Copa del Mundo en eslalon, tiró de genes y mejoró el tiempo de Matt.

En ese momento, Hirscher demostró talla de gran estrella. Con nervios de acero, consciente de que tanto Matt, como Neureuther, habían mejorado el mejor tiempo anterior.

Luchando contra toda la presión del mundo que llevaba encima, Marcel se deslizó con elegancia y talento hasta línea de meta, provocando, tras cruzarla, el delirio colectivo en el estadio de la Planai. Donde muchos dieron por buenas las jornadas de tensión previas, en las que Austria tan sólo se había llevado a la boca un oro, en la prueba por equipos.

El oro de un Hirscher que cada vez recuerda más al legendario Alberto Tomba -triple campeón olímpico, doble oro mundial (en Sierra Nevada) y ganador de 50 pruebas de la Copa del Mundo para Italia- y el bronce de Matt, convirtieron en fiesta local la jornada de clausura de la cuadragésima segunda edición de los Mundiales de esquí alpino.

Austria había certificado, al menos, el segundo puesto final de un medallero que encabezó Estados Unidos. Mal menor para la tradicional potencia internacional del esquí alpino, en su condición de anfitriona de los campeonatos.

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