Mientras el presidente chino, Xi Jinping, asistía a los eventos conmemorativos del 70º aniversario de la fundación de la República Popular de China, miles de manifestantes y agentes policiales protagonizaron escenas violentas en las calles de Hong Kong.
La tensión en la isla aumentó este martes después de que la Policía disparara contra un ciudadano por primera vez desde el inicio de las manifestaciones contra Pekín, que iniciaron en junio. El herido ha sido identificado como Tsang Chi-King, un estudiante de 18 años que recibió un impacto de bala a tres centímetros del corazón durante un enfrentamiento entre hongkoneses y agentes antidisturbios.
En un vídeo difundido en las redes sociales se ve cómo un agente arremete contra Tsang en el momento en que este iba a agredir con un palo a otro. En otro, el estudiante aparece tendido en el suelo con sangre brotando del pecho pidiendo el traslado al hospital: "Me duele el pecho, llevadme al hospital. Necesito ir al hospital".
The true lesson Beijing learnt from 30yrs ago is, perhaps, to ask someone else to undertake the butcher role. But dear #PresidentXi - it doesn’t make CCP looks grandeur, murderer. HK police you murderer with live bullet. (Source: CampusTV, HKUSU) #StandwithHK #policebrutality pic.twitter.com/tfXnQ03Ynt
— Joshua Wong 黃之鋒 (@joshuawongcf) October 1, 2019
Tsang fue uno de los al menos 31 heridos por los altercados en las concentraciones. Los manifestantes más radicales prendieron fuego a banderas chinas, lanzaron cócteles molotov y vandalizaron estaciones de metro, oficinas gubernamentales, tiendas y al menos un despacho de una organización pro-Pekín. La jornada ha dejado imágenes que contrastan con la exhibición de autoridad y poderío militar en los imponentes desfiles de Pekín.
En un mensaje difundido en Facebook, la superintendente de la Policía, Yolanda Yu Hoi-kwan, declaró que "la Policía no quería que nadie resultara herido", y lanzó una advertencia a los "alborotadores": "Dejen de incumplir la ley, porque la haremos cumplir de manera estricta".
Varios manifestantes afrontan consecuencias legales. Fuentes judiciales indicaron al diario hongkonés "South China Morning Post" que 96 arrestados en el barrio Admiralty se enfrentarán a cargos de "revuelta" (que puede conllevar penas de hasta 10 años de cárcel) este miércoles en el Tribunal de Kowloon Occidental. El rotativo asegura que se trata del proceso más grande desde que las protestas se tornaron masivas.
Las movilizaciones, que comenzaron por el descontento de los ciudadanos hacia una polémica propuesta de ley de extradición, se han sucedido durante casi cuatro meses y se han transformado en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen la excolonia británica.
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