Irán y Turquía se acercan para luchar contra un Kurdistán independiente

  • Rohani ha considerado el referéndum "un complot sectario" orquestado por países extranjeros.
Erdogan y Rohani
Erdogan y Rohani

Los presidentes de Turquía e Irán, Recep Tayyip Erdogan y Hasán Rohani, respectivamente, han unido fuerzas este miércoles y han prometido colaborar para impedir la desintegración de países vecinos como Siria e Irak, en plena escalada de tensiones por la celebración del referéndum independentista en el Kurdistán iraquí.

Ambos dirigentes, que han conversado en el marco de la visita de Erdogan a Teherán, han expresado que están de acuerdo, principalmente, en relación con el referéndum de independencia del Kurdistán iraquí, el cual no reconocen.

"Todas las cuestiones a nivel regional se encontraban en la agenda y han sido abordadas", ha aseverado el dirigente turco tras el encuentro que ha tenido lugar a puerta cerrada en la capital iraní.

Rohani, por su parte, ha aseverado que "Irán y Turquía, como dos estados musulmanes amigos se encuentran en el centro de la estabilidad en la región", según ha recogido el diario local 'Daily Sabah'.

Turquía, de mayoría suní, e Irán, de mayoría chií, no siempre han tenido buenas relaciones, pero ambos países comparten su temor por la consulta convocada el 25 de septiembre por el Gobierno Regional del Kurdistán. Tanto Turquía como Irán tienen población kurda en sus respectivos territorios y temen un contagio del sentimiento independentista.

"Queremos seguridad y estabilidad en Oriente Próximo", ha defendido Rohani, que ha considerado el referéndum "un complot sectario" orquestado por países extranjeros. "No aceptaremos un cambio de las fronteras en ninguna circunstancia", ha advertido, según la televisión estatal.

"Aumentar el sectarismo separatista y las diferencias étnicas forma parte de los planes de los de afuera", ha manifestado el presidente iraní, que ha indicado que los esfuerzos realizados por Turquía, Irán y Rusia en la región son necesarios para lograr la paz en Siria.

Tras la última ronda de las conversaciones de Astaná, las autoridades de Rusia, Irán y Turquía llegaron a un acuerdo para fijar una cuarta "zona segura" en la provincia siria de Idlib, en el norte del país.

Según el plan trazado, los tres países enviarán a un total de unos 500 observadores a la región para supervisar el acuerdo sobre zonas seguras.

Referéndum kurdo

La semana pasada, el dirigente turco aseguró que las autoridades kurdas "pagarían un precio" por haber celebrado el referéndum sobre la independencia del Kurdistán iraquí, que culminó con una apuesta rotunda por la autodeterminación frente al rechazo de la comunidad internacional.

Erdogan también ha insistido en que su Gobierno "no reconocerá el referéndum celebrado en el norte de Irak" y ha deslizado la posibilidad de adoptar medidas "más fuertes" en los próximos días. Ankara y Teherán han amenazado con sumarse a Bagdad e imponer sanciones económicas contra el Kurdistán iraquí, si bien ya han organizado maniobras militares conjuntas en zonas fronterizas.

"Ningún país les apoya, sólo son reconocidos por Israel. Una decisión tomada junto con el Mossad no puede ser legítima", ha aseverado.

Al margen de los objetivos políticos comunes, la reunión de este miércoles también ha servido para que los líderes de Turquía e Irán acuerden ampliar sus vínculos económicos. Así, Rohani ha anunciado que la próxima semana representantes de los dos países se reunirán para discutir un plan con el que "Turquía importará más gas de Irán".

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