Israel prepara su caza de brujas

  • Las ONG que trabajan en relación con el conflicto palestino-israelí temen la nueva comisión que podrás investigarles. La extrema derecha de Israel cree que varios organismos nacionales se financian de forma ilegitima. Los opositores a la medida sacan parecidos con el caso del senador McCarthy en EEUU hace 50 años.
Los opositores a la medida sacan parecidos con el caso del senador McCarthy en EEUU hace 50 años.
Los opositores a la medida sacan parecidos con el caso del senador McCarthy en EEUU hace 50 años.
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Matt Beynon Rees, Jerusalén (Israel) | GlobalPost
Matt Beynon Rees, Jerusalén (Israel) | GlobalPost

El Knesset, parlamento de Israel, acaba de aprobar la creación de una comisión para investigar la financiación de algunos grupos nacionales de defensa de los derechos humanos que, según algunos militantes de extrema derecha, estarían actuando en contra de los intereses del Estado judío. La iniciativa ha sido equiparada por la oposición con el macartismo vivido en EEUU durante la década de 1950.

La comisión, aprobada a iniciativa de parlamentarios de los diferentes partidos de la coalición del gobierno, entre ellos el Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu, tendrá poderes limitados. Sin embargo, los grupos de derechos humanos denuncian que la investigación generará un clima de odio contra esas organizaciones y sus trabajadores.

El parlamentario de la oposición Dov Khenin asegura que la comisión creará los mismos temores y odios que el famoso Comité de Investigación de Actividades Antiamericanas del senador Joseph McCarthy. "Es un calco de ese modelo antidemocrático, que se recuerda con vergüenza como un capítulo oscuro de la historia estadounidense".

Los impulsores de la comisión aseguran que los grupos pro derechos humanos israelíes suministran información a organizaciones extranjeras, y que esa información ha ayudado en algunos casos a llamar a boicots internacionales contra el país.

Fania Kirshenbaum, del partido de extrema derecha Israel Our Home y una de las parlamentarias que votó a favor del comité, aseguró en el Knesset que dichas organizaciones aportaron información a la Goldstone Commission, una investigación de la ONU que denunció la actuación de Israel en su guerra contra Hamás en Gaza hace dos años.

Un grupo de extrema derecha israelí denunció hace seis meses que la comisión de la ONU recibió información de un grupo de activistas israelíes que se financia a través de New Israel Fund, una fundación con sede en EE UU que apoya a un amplio abanico de organizaciones.

Kirshenbaum argumentó también que los grupos israelíes suministran información negativa también a los detractores de Israel en Europa y en otras partes del mundo en donde se han interpuesto denuncias contra líderes y soldados judíos por crímenes de guerra.

La comisión parlamentaria se centrará en investigar la financiación de los grupos pro derechos humanos israelíes, lo que se prevé que aportará poca información que no esté ya disponible en los archivos del registro de organizaciones no gubernamentales.

"Que no les sorprenda si les digo que parte de ese dinero llega de países árabes", señaló Kirshenbaum en el parlamento.

Según dio a entender Danny Danon, del Likud, la comisión tendrá un ámbito de actuación amplio. El parlamentario dijo en el Knesset que "los grupos terroristas que intentan comprar tierras estatales o actúan siguiendo otros intereses" serán analizados por el comité, que intentará prevenir la "financiación ilegítima".

Detractores de la iniciativa

Los detractores de la iniciativa denuncian que dichos comentarios dicen implícitamente que organizaciones como B'Tselem, que defiende los derechos de los palestinos, la Asociación por los Derechos Humanos en Israel, Peace Now y el Comité Público Contra la Tortura en Israel son entes que trabajan (con dinero de misteriosos intermediarios) para minar al Estado judío.

B'Tselem ha reaccionado diciendo que si Israel está siendo cuestionado, es por su falta de respeto a los derechos humanos y su intentos de desviar la responsabilidad por violaciones hechas en su nombre. "El motivo detrás de esta investigación es dificultar nuestro trabajo con calumnias e incitaciones", asegura un miembro de  B'Tselem.

Cualquier proyecto en Israel suele recibir financiación del extranjero. Casi todo, desde los aviones de combate hasta las máquinas de resonancia magnética de los hospitales y los bosques de pinos, se paga con donaciones que llegan desde el extranjero, y no siempre de organizaciones judías.

Los partidos conservadores, no obstante, han reaccionado con rabia a las investigaciones realizadas en los últimos años por grupos de derechos humanos sobre la ocupación israelí de territorios palestinos, y tachan como enemigos de Israel a quienes no apoyen la política del gobierno en esos territorios.

El ex portavoz del Knesset Avraham Burg dijo la semana pasada que los grupos de derechos humanos deberían de boicotear a la comisión, y que los legisladores de izquierdas deberían de oponerse a ella. "No es nada más que ruido, intentando minar los pilares de la democracia", señaló.

El director ejecutivo del New Israel Fund, Daniel Sokatch, ha criticado igualmente la creación de la comisión. "Una democracia saludable respeta y protege los derechos humanos; no intenta acabar con las organizaciones de derechos humanos", dijo.

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