La muerte de Pajares consiguió que la epidemia del ébola no se extendiera

    • Ana Meyer, técnico de proyectos de la ONG Juan Ciudad, brinda un homenaje póstumo a su compañero Miguel Pajares, primer español fallecido de ébola. "Gracias a su miuerte se tomaron decisiones más rápidas.
    • Desde la ONG Juan Ciudad alaban el comportamiento de la población de Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona. "Se ha pasado del miedo a la prudencia", insiste.
La muerte de Pajares y García Viejo consiguieron que se invirtieran fondos para frenar epidemia
La muerte de Pajares y García Viejo consiguieron que se invirtieran fondos para frenar epidemia

En diciembre de 2013, en una zona remota de Guinea y tal vez por contacto directo con murciélagos portadores del virus Ébola, un niño enfermó y murió algunos días después. Quizás a partir de este caso se fue extendiendo la enfermedad, primero entre sus familiares y cuidadores, después entre los contactos de estos y, finalmente, viajando fácilmente a través de zonas fronterizas muy permeables, al inicio entre pequeños núcleos de población de Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona para alcanzar después las capitales de estos países.

A partir de ese momento su trasmisión se por los países de África Occidental fue meteórica y el número de víctimas mortales no dejó de crecer. Entre los muertos del ébola había dos españoles los sacerdotes españoles Miguel Pajares y Manuel García Viejo que en agosto y septiembre, respectivamente, y pese a que fueron trasladados a España para ser atendidos en el Hospital Carlos III de Madrid, no pudieron sobrevivir a la enfermedad.

Cuando se cumple un año de la muerte de la primera víctima de ébola en Europa, www.lainformación.com habla con la Ana Meyer, técnico de proyectos de la ONG Juan Ciudad, que coopera con hospital ONG Juan Ciudad y estuvo en contacto directo con el padre Pajares. Preguntada por el efecto de la muerte de los dos cooperantes sobre el desarrollo de la vacuna y la investigación de la enfermedad, es rotunda, si no hubieran muerto, la epidemia hubiera sido mucho mayor. Tras la "muerte del hermano Pajares y del hermano García Viejo Europa se puso en alerta y se tomaron decisiones mucho más rápidamente", insiste, al tiempo que añade "si el ébola no hubiera llegado a Europa, no se hubieran invertido tantos fondos para erradicar la epidemia."

El virus ébola infectó a 27.784 personas y provocó la muerte de 11.294 personas principalmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Un año después, los médicos del Hospital Carlos III de Madrid que trataron a los tres españoles infectados por el ébola (los misioneros, Miguel Pajares y Manuel García Viejo, y la auxiliar de enfermería del mismo hospital, Teresa Romero) probarán en España a partir de septiembre una vacuna contra el virus del ébola desarrollada por científicos de la Organización Mudial de Salud (OMS) y Médicos sin Fronteras. "Se han invertido muchos fondos y se ha hecho muy rápido", explican desde ONG Juan Ciudad Normalmente, conseguir una vacuna con resultados lleva diez, sin embargo, la del ébola "se ha hecho en solo doce meses."Liberia ha pasado del miedo a la prudencia

"Durante la epidemia, lo que más no sorprendió fue la capacidad de la población para sobreponerse a la situación de la gente. También es verdad que ambos países vienen de sufrir dos guerras civiles. Por lo que podríamos decir que están curados de espanto. Se ha notado una gran diferencia a lo lardo de los meses: Se ha pasado del miedo y la estigmatización a la prudencia", explica la cooperante.

La ONG no ha abandonado a Liberia. "Hemos tenido muchos avances porque partíamos de que los dos hospitales, tanto el de Sierra Leona como y el de Liberia estaban cerrados porque tenían que adaptarse a los protocolos de protección en contexto de ébola". La ONG ha reformado las infraestructuras, ha construido áreas de triaje y ha vuelto a abrilr los centro para atender a la población.

Los esfuerzos han dado sus frutos. "En Liberia la situación está bastante controlada. Y ahora mismo no hay nuevos casos. Los últimos en cuarentena ya han pasado los 41 días y si pasan 21 podremos volver a declarar el país libre de ébola, como hizo el 9 de mayo", asegura a www.lainformacion.comLos huérfanos del ébola, la otra trágica consecuencia de la epidemia

Ana Meyer señala que "una de las grandes consecuencias de la epidemia es el gran número de huérfanos que ha quedado porque son rechazados por la familia".

Las consecuencias sobre la población son demasiado grandes para plasmarlas en cifras y, sobre todo, los menores sufren la pérdida de sus padres y el estigma social de haber padecido y superado la enfermedad. Más de 16.000 niños y niñas han perdido a sus padres, a alguno de ellos o a ambos, pero los misioneros salesianos en Sierra Leona no los han dejado solos: más de 250 menores son acogidos en un centro salesiano en Lungi donde se pueden recuperar.

"Llegaban débiles y traumatizados, pero con cariño y una buena alimentación todos han ido recuperándose y tienen la ilusión de convertirse en profesionales en el futuro para poder ayudar a otros niños como ellos", explica el Padre Ubaldino Andrade, misionero Salesiano en Sierra Leona a www.lainformacion.com en una entrevista telefónica.

Acaba de llegar del segundo país más azotado por el virus. Tras la guerra, la enfermedad ha dejado a miles de niños huérfanos, los verdaderos héroes silenciosos del ébola. Muchos de ellos se enfrentan al trauma de perder a uno o ambos padres y prepararse para una vida sin ello. Además se enfrenta al estigma e incluso en les rechazan en su propia casa. "El niño no lo entiende porque tienen el trauma de ver morir a sus padres y en vez de conseguir el respaldo tienen que enfrentarse al rechazo y la ignorancia", lamenta el padre Ubaldino. "Lo primero que les ofrecemos es una experiencia de vida normal, tocarlos cuando nadie le quería tocar, darles cariño, una abrazo. Es muy importante para los niños porque poco a poco olvidan el trauma", concluye.




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