Iowa ya ha hablado, y a Hillary Clinton no le gustan los resultados de las primeras votaciones de las primarias demócratas. Su único rival con posibilidades, el socialista Bernie Sanders, se ha quedado muy cerca de arrebatarle la victoria en ese estado que ya se le resistió a la ex secretaria de Estado cuando en 2008 se enfrentó en ese mismo escenario contra el actual presidente Barack Obama.
Dentro de cuatro días los ciudadanos del estado de New Hampshire volverán a votar y los sondeos pronostican la debacle de Clinton que sería superada en casi 20 puntos por el socialista, según Real Clear Politics. Esta situación supondría una catástrofe para la candidata que ya en el 2008 logró abatir en esa región estadounidense al incombustible Obama.
Por todo ello, la ex secretaria aprovecha su débil posición en los comicios de New Hampshire para disparar sus dardos contra la campaña de Sanders. En esta ocasión, no necesita reforzar su posición frente a su rival con propuesta si no hundirlo."Si usted tiene algo que decir, dígalo"
El pasado jueves se celebró el primer debate demócrata desde que las primarias del país dieran su pistoletazo de salido el pasado uno de febrero. Fue en ese escenario cuando Clinton aprovechó para arremeter contra su rival y acusarlo de realizar falsas acusaciones sobre su persona.
Según Clinton, Sanders lleva un tiempo insinuando que Wall Street compró a la candidata realizando pagos bajo cuerda en una de las actuaciones más feroces de la candidata. "Si usted tiene algo que decir, dígalo", interpeló Clinton durante su intervención poniendo a su rival contra las cuerdas.
La candidata respondía a las palabras del socialista que aseguraba que "Clinton tiene a todo el 'establishment' detrás de ella. Nosotros tenemos a más de un millón de personas (...) nuestra campaña es una campaña del pueblo, para el pueblo y por el pueblo", defendió."No voy a hacer promesas que no pueda cumplir"
El debate mostró una batalla encarnizada entre ambos candidatos que trataban de hacerse con el voto progresista del país. Los dos rivales llevan varios días reivindicándose como la figura más representativa del progreso dentro de su formación. Clinton se defendió entre voces asegurando que ella no iba a "hacer promesas que no puedo cumplir", espetó.
La candidata continuó su alegato asegurando que bajo la definición de "progresista" de Sanders nadie podría refugiarse bajo ese paraguas incluido el presidente Obama, el vicepresidente, Joe Biden, o el senador Paul Wellstone, un héroe de los demócratas.A vueltas con los correos electrónicos
A la ex secretaria de estado no le conviene una catástrofe en New Hampshire ya que los estadounidenses no volverán a votar hasta 12 días más tarde en Nevada donde ya ganó en 2008 frente al presidente.
Pese al cruce de acusaciones, Sanders ha rechazado de pleno aprovechar políticamente el caso de los correos electrónicos con información confidencial enviados desde el servidor privado de Clinton cuando era funcionaria del Gobierno, que están siendo investigados por las autoridades.
La ex secretaria de Estado ha insistió, por su parte, en que "nunca" envió ni recibió material clasificado. Asimismo, ha tildado de "absurda" la controversia alrededor de estos correos. "No me preocupan en absoluto", apostilló durante el cara a cara.
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