Los primeros japoneses que pudieron después de Fukushuma

    • Muchos de los 357 residentes de la región de Miyakoji, en la prefectura de Fukushima, pueden volver a sus casas tras el desastre.
    • Sin embargo, hay algunos que siguen temiendo por su seguridad y han preferido no volver.
Tres años después de Fukushima, Japón reabre la puerta a las nucleares
Tres años después de Fukushima, Japón reabre la puerta a las nucleares

El accidente de Fukushima no sólo fue elpeor desastre nucleardesde Chernóbil, sino que se convirtió en una auténtica tragedia para miles de personas. Tras el paso de un terremoto y un tsunami por la costa, miles de personas perdieron la vida y aunque otros muchos sobrevivieron, perdieron todo lo demás. Sus amigos, sus familias, sus casas y sus vidas. Ahora,357 japoneses pueden empezar a recuperar parte de lo que el 11 de marzo de 2011 perdieron.

El pasado 25 de febrero, el viceministro de Economía, Kazuyoshi Akaba, anunciaba por primera vez la reapertura deuna de las áreas del perímetro de 20 kilómetros que fue declarado zona de exclusión. Miyakoji, en el distrito de Tamura, ha sido la primera localidad dentro de la prefectura de Fukushima que podrá volver a ser habitada.

El martes 1 de abril se levantaba la orden de evacuación impuesta por el Gobierno nipón, una norma querestringía uno de los derechos previstos por la Constitución: el derecho a tener una residencia. El pasado mes de noviembre, tanto el Ejecutivo central como las autoridades de Tamura propusieron levantar la orden de evacuación. Una orden que tuvo que ser reconsiderada ante la preocupación en torno a losaltos niveles de radiaciónde algunas zonas de la localidad.

El mismo día que se levantaba esta orden, este martes, muchos de los 357 residentes censados en Miyakoji empezaron a volver al lugar que les había visto nacer, aunque lo hacen con cierto temor por su seguridad. El alcalde de Tamura, Yukei Tomitsuka, es uno de los que ha podido volver y lo ha hecho con mucho optimismo. "El período de evacuación ha sido largo pero estoy contento por poder volver a casa. Para Tamura y las familas,este es un nuevo comienzo".Una nueva vida

Un nuevo comienzo que será duro para todos. Kimiko Koyama, de 69 años, ha podido volver junto a su marido Toshio, de 72, a la granja en la que han convivido durante 50 años. Mientras Toshio intenta colocar una antena de televisión en su tejado,Kimiko se lamenta por los vecinos que no volverán a ver. "Muchos de nuestros amigos y vecinos no volverán". Y también lo hace porque no podrá ver a los pequeños de la familia en la granja donde vive. "Mi hija no traerá aquí a nuestros nietos por culpa de la radiación".

Muchos de losniños que sobrevivieron al desastre de Fukushima han podido pasar mucho tiempo al aire libre jugando, cuando estaban fuera de la zona de evacuación. Ahora, no saben si podrán volver a hacerlo. Un profesor de la localidad explica que a los más pequeños se les dice que "hay gérmenes malos fuera" y que si están demasiado tiempo expuestos "los gérmenes se meten en tu cuerpo". Aunque es una situación triste, la mayoría de los pequeños lo entienden.Los que no quieren volver

A pesar de poder volver a casa, Kimiko sabe que no todos seguirán sus pasos. "No hay trabajo", asegura, "y los jóvenes temen la radiación". Aunque los no tan jóvenes también se lo plantean. Kitaro Saito, de 60 años,cree que el Gobierno nipón está utilizando a los residentes de Miyakoji como "conejillos de indias"para aprobar más retornos en un futuro.

Más de 160.000 personas tuvieron que ser evacuadas de las zonas próximas a la central nuclear de Fukushima.Cerca de un tercio de esas personas siguen viviendo en alojamientos temporalesa esperas de que el Gobierno acabe con los procesos de limpieza ydescontaminaciónpara empezar a recuperar sus vidas.

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