May se juega este martes su última carta en el Brexit y la oposición pide elecciones

  • La primera ministra británica vive su prueba de fuego, ante la reclamación de urnas del Partido Laborista y el 'capote' inesperado de Bruselas. 
Theresa May a su salida este lunes del 10 de Downing street para dirigirse a la Cámara de los Comunes.
Theresa May a su salida este lunes del 10 de Downing street para dirigirse a la Cámara de los Comunes.
Efe

En junio se cumplirán tres años del referéndum a favor del 'Brexit', sólo quedan unos meses para que sea efectivo y el Gobierno británico pende de un hilo ante la falta de unidad política. En ese escenario, la primera ministra Theresa May se juega este martes la votación clave en la Cámara de los Comunes, que debe aprobar el acuerdo que pactó May con sus todavía socios comunitarios. "La Unión Europea ha dejado claro que este es el único acuerdo posible", repitió en varias ocasiones May durante su intervención el lunes ante la Cámara. 

La 'premier' se juega la carta del 'o este documento o la nada' en una votación que retrasó el pasado mes de diciembre ante la imposibilidad de lograr una victoria en los Comunes. Este martes, si el guión no da un giro inesperado, May se encamina hacia una derrota que le obligaría ha preparar un plan de 'Brexit' alternativo en sólo tres días hábiles, el lunes 21, que debería contar con el 'ok' de Bruselas.

Su derrota puede ser histórica. Sky News pronostica que puede haber más de 200 votos de diferencia a favor del 'no'. Mientras, la BBC prevé que más de un centenar de diputados conservadores y del Partido Unionista Democrático (DUP) voten en contra. 

El Brexit tiene que ser, formalmente efectivo el próximo 29 de marzo, aunque luego se establezca un periodo de transición para cuestiones puntuales. Para la oposición, May se encamina al desastre; y el Reino Unido debería dirigirse a nuevas elecciones. Más aún cuando la 'premier' se niega a convocar un nuevo referéndum, argumentando que los ciudadanos británicos ya dejaron claro su voluntad de dejar la Unión Europea y el 80% de los votos de las últimas elecciones fueron a formaciones políticas comprometidas con respetar el resultado de las urnas en junio de 2016.

"Hay dejar la Unión Europea pero de una forma ordenada, que no afecte al trabajo de las personas", recalcó May este lunes durante una de sus respuestas en el debate en la Cámara de los Comunes. Una reclamación de apoyo al que la oposición respondió con petición de elecciones. "Está claro que, si el acuerdo de la primera ministra es rechazado mañana, es hora de elecciones generales, es hora para un nuevo Gobierno", recalcó el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.

"Cuando se escriban los libros de historia, la gente mirará la decisión de la Cámara y se preguntará: ¿Cumplimos con la votación para dejar la UE?", instó May a la Cámara. "Les pido a los miembros de todas las partes de esta Cámara, independientemente de lo que hayan concluido previamente, que, durante las próximas 24 horas, le echen un segundo vistazo al acuerdo", solicitó. 

"Aunque a día de hoy parece poco probable, es posible también que, si pierde el voto mañana, el partido laborista fuerce una moción de confianza, May pierda la misma, y se produzcan nuevas elecciones", asegura Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España.

Ante el previsible rechazo de los Comunes y dado que May sólo tendría tres días laborables para elaborar un 'plan b', según la prensa británica,  no es descartable que la primera ministra viaje a Bruselas para tratar de arañar alguna baza final que le haga recuperar el consenso parlamentario. Al menos, en las últimas horas, Bruselas ha dado un respiro a May. 

El problema irlandés

A través de una carta formal,  los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, han echado un capota inesperado. Recordaron que los líderes de la Unión Europea (UE) se comprometieron en diciembre a trabajar con rapidez en un acuerdo que haga innecesario el plan de salvaguardia en la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Se trata de uno de los puntos de fricción porque ni Londres ni Bruselas quieren una frontera física entre ambos países. Tampoco establecer una libre circulación 'sine die' como si no hubiera Brexit. "La Comisión puede confirmar que, al igual que el Reino Unido, la UE no desea que el plan de salvaguardia [para evitar una frontera física] entre en vigor", indican los líderes europeos que, en teoría tenga como fecha tope el 31 de diciembre de 2020, cuando acabe por completo el periodo de transición. Por eso, la oposición pide a May un escenario claro sobre qué va a pasar en Irlanda. En caso contrario, tendrá más argumentos para votar en contra.

Mostrar comentarios