Muchos supervivientes del terremoto de China se enfrentan ahora al frío bajo cero sin una triste tienda de campaña

  • Una semana después del seísmo que ha dejado más de 2.000 muertos en la provincia de Qinghua, algunos supervivientes siguen luchando protegidos a duras penas de las temperaturas bajo cero por tiendas de campaña. Esos son los que tienen suerte, porque otros continúan a la intemperie a la espera de más ayuda.

La ciudad de Jiegu, con 100.000 habitantes, es la más afectada por el terremoto de Qinghai (Imagen: Aman Yee | Oxfam Hong Kong)
La ciudad de Jiegu, con 100.000 habitantes, es la más afectada por el terremoto de Qinghai (Imagen: Aman Yee | Oxfam Hong Kong)
Foto cedida por Oxfam Hong Kong

El último balance oficial de víctimas del terremoto que hace una semana hizo temblar a una de las zonas más marginadas de China confirma que hay más de 2.000 fallecidos, más de 12.000 heridos -1.400 en estado grave- y más de 190 personas desaparecidas.

El Gobierno chino ha decretado una jornada de duelo nacional por las víctimas para hoy. El gobierno provincial también tiene previsto celebrar diferentes ceremonias de duelo, según la agencia oficial Xinhua.

Oxfam es una de las pocas organizaciones de ayuda humanitaria que han llegado a la zona afectada. La ONG, con sede en Hong Kong, pero con otras delegaciones en el país chino ha mandado ya a sus equipos de ayuda. Llegaron allí el sábado, apenas tres días después del seísmo. "Queríamos llegar allí cuanto antes", cuenta Keith Wong, portavoz de la ONG desde Hong Kong. "Pero el equipo que fue estaba en otra provincia y les llevó dos días de viaje en coche llegar hasta allí".

Oxfam ha llevado 600 tiendas de campaña y 2.000 mantas para proteger a los supervivientes de las temperaturas bajo cero. Para ello, el equipo de ayuda de la ONG se dividió en tres, con la intención de llegar a las áreas más remotas. "La mayoría de los supervivientes están ubicados en tiendas -algunos a la intemperie- en un campamento provisional en Jiegu [la ciudad más afectada, que tenía unos 100.000 habitantes]. La situación no es buena", relata Wong, que tiene que hablar en nombre de sus compañeros desplazados, pues las comunicaciones con la zona son muy difíciles.

Las autoridades han recibido más de 63 millones de euros en donaciones, según fuentes oficiales. Tres millones son en especie: 525 toneladas de alimentos, 80 toneladas de agua potable, 33 toneladas de medicinas, 68.000 mantas y 27.000 tiendas de campaña.

Además de ofrecer protección frente a las bajas temperaturas de esta zona de alta montaña, está el temor de que se propaguen infecciones y enfermedades. Para evitarlo, Oxfam se está planteando mandar letrinas a la zona en los próximos días, aunque aún no saben cómo podrán hacerlo. La organización trabaja en coordinación con el gobierno local, con quienes acuerdan las prioridades.

El acceso a la zona no es fácil. Además, la ubicación –por encima de los 3.000 metros de altura- ha dificultado las tareas de rescate y ayuda. "Está el Ejército en pleno dedicado a esto. El problema es que el terremoto ha ocurrido a miles de metros de altura y las condiciones con esos niveles de altitud son difíciles para los soldados, que no están acostumbrados", explica el consejero económico de la Cámara de Comercio española en Hong Kong, José Luis García-Tapia. "Los que están ayudando más son los monjes budistas [según las informaciones que llegan a Hong Kong], porque viven allí y están aclimatados y la gente les respeta", añade.

Los cooperantes de Oxfam también han tenido que aclimatarse. "Nuestros compañeros en la zona se están acostumbrando. La región más afectada se encuentra a 3.800 metros de altura, y la más alta de las que sufrieron el terremoto está a 4.300 metros", explica el portavoz de la organización humanitaria.

Oxfam ya ha ayudado en emergencias anteriores en Qinghai, como unas grandes tormentas de nieve en 2008 y 1997. Además, tienen en marcha un proyecto de rehabilitación en Sichuan y alrededores, el área que sufrió un devastador terremoto en 2008 dejando a cerca de 90.000 fallecidos.

Aunque la situación sigue siendo de emergencia y aún es difícil pensar en soluciones a largo plazo según Keith Wong, el gobierno provincial ya está llevando a cabo un primer reconocimiento geológico para reconstruir la ciudad de Jiegu.

El 85 por ciento de las viviendas de esta ciudad, construidas con adobe y madera, se han derrumbado y las autoridades están esperando el informe geológico para decidir si es mejor reconstruir las ruinas o construir una nueva ciudad en otro lugar, informa la agencia china Xinhua.

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