Mueren tiroteados en México un juez y una fiscal del caso de Pilar Garrido

  • Además del asesinato de la española, cuyo marido es el principal sospechoso, juzgaban otros casos, algunos relacionados con delincuencia organizada.
Pilar Garrido
Pilar Garrido

El juez Abelardo Ibarra y la fiscal Erika Granados, que formaban parte del tribunal encargado de juzgar el asesinato de la valenciana Pilar Garrido, asesinada el verano pasado en México, han fallecido tiroteados la madrugada de este martes en el estado mexicano de Tamaulipas. El juicio contra el marido de la española y principal sospechoso queda aplazado a enero.

Los cuerpos sin vida fueron localizados en el interior de un vehículo que era conducido por el juez de control y en el lugar se encontraron hasta 12 casquillos de bala. Las primeras investigaciones apuntan a que fue usada una sola arma de calibre 9 milímetros, según ha informado a Europa Press el portavoz de Seguridad del estado de Tamaulipas.

El homicidio del juez y la fiscal ha obligado a retrasar hasta enero el juicio contra Jorge Fernández González, el marido de la española Pilar Garrido Santamans y principal acusado del asesinato. Desde la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas han precisado que, aunque ambos formaban parte del caso de la valenciana, se está analizando "todos los entornos, circunstancias y asuntos" en los que ambos funcionarios judiciales trabajan.

El juez y la fiscal estaban especializados en materia penal, por lo que, además del caso de la valenciana, estaban implicados en otros casos relacionados con la delincuencia en general y algunos en los que había objetivos ligados a la delincuencia organizada. Se ha ofrecido una recompensa de un millón y medio de pesos (más de 65.700 euros) para las personas que aporten información sobre este caso.

Jesús Eduardo Govea, abogado del esposo Jorge Fernández descartó "definitivamente" que el crimen tuviera que ver con el juicio contra el marido, un caso muy mediático en México y España.

Pilar Garrido desapareció el 2 de julio de 2017 cuando viajaba con su marido y su bebé en auto de regreso a Ciudad Victoria, en el nororiental estado de Tamaulipas, tras pasar unos días en la playa. A finales de julio se encontraron restos óseos y jirones de ropa cerca del lugar de la desaparición, y 15 días después las pruebas de ADN permitieron identificar a la valenciana.

Las pruebas contra Jorge Fernández no eran "concluyentes"

Durante la investigación, la Policía mexicana trató de corroborar el testimonio facilitado por el marido, que fue interrogado en calidad de testigo cuando presentó la denuncia. A finales de agosto, el marido fue arrestado en Tamaulipas como principal sospechoso del asesinato de su mujer, según informó el jefe Procuraduría y confirmó la Policía Nacional de España.

Tras su ingreso en prisión provisional, la familia aseguró que las pruebas contra Jorge Fernández no eran "concluyentes" y la madre se desplazó hasta Tamaulipas para traer al niño. La hermana relató en una rueda de prensa que las autoridades mexicanas no les dieron "las suficientes pruebas que demuestren al 100 por cien que el culpable es Jorge" y agradeció a la Generalitat Valenciana que costeara la repatriación del cuerpo de Pilar.

La Fiscalía aseguró, no obstante, que contaba con las pruebas suficientes para acusar formalmente al marido de Pilar. "Es importante recordar que la Fiscalía ha pasado sus investigaciones mediante todos los métodos científicos y tecnológicos para sustentar su caso", indicó en un comunicado.

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