Otra noche de choques violentos

La Policía retoma por la fuerza el control de Mineápolis ante las protestas raciales

  • Policías y militares iniciaron fuertes cargas contra los manifestantes que desafiaron el toque de queda impuesto y contra los periodistas.
La Policía retoma por la fuerza el control de Mineápolis ante las protestas raciales
La Policía retoma por la fuerza el control de Mineápolis ante las protestas raciales
EFE

Las protestas raciales han ocupado las calles de Mineápolis (EEUU) por cuarta noche consecutiva y este sábado los manifestantes han continuado activos hasta bien entrada la madrugada pese al toque de queda impuesto por las autoridades, lo que ha derivado en incidentes y choques con la policía. La brutalidad policial, precisamente el motivo que originó las manifestaciones en contra de actitudes policiales racistas, ha sido la que ha aplacado, al menos por esta noche, los disturbios. 

Policías y militares tomaron este sábado el control de Mineápolis con fuertes cargas contra quienes desafiaron el toque de queda, pero también contra los periodistas que cubrían las protestas, según comprobó Efe en el lugar de los hechos. Tras cuatro noches de rebelión racial, los cuerpos de seguridad cumplieron a rajatabla las indicaciones del gobernador de Minesota, el demócrata Tom Walz, que había prometido responder con "fuerza abrumadora" a aquellos que osasen a quedarse en las calles después de las 20.00.

Como en la caótica víspera, la comisaría del Distrito Quinto fue el lugar de reunión de todos aquellos que siguen protestando por el asesinato de Floyd, al que un policía asfixió presionando la rodilla contra su cuello durante casi 9 minutos. A las 19.57, los teléfonos celulares de los cientos de personas que ahí seguían recibieron el mismo mensaje: "Alerta de emergencia extrema: Mineápolis está bajo un estricto toque de queda a partir de las 8pm. Váyase a casa o a lugares cerrados seguros. Evite los exteriores". Unos veinte minutos después llegaron decenas de policías, que sin muchos miramientos dispersaron la protesta por la fuerza.

Antes de cargar contra los manifestantes, sin embargo, hicieron lo propio con un grupo de unos 30 periodistas, entre ellos un equipo de la Agencia Efe, claramente identificados y que además se encontraban a cierta distancia de los manifestantes. Los policías rociaron gases lacrimógenos contra los periodistas, les golpearon y en algunos casos incluso les detuvieron bajo la acusación de violar un toque de queda del que estaban exentos los medios de comunicación.

Entre los detenidos figura el fotógrafo de EPA, puesto más tarde en libertad, mientras que el periodista de Efe logró sortear el arresto en medio del caos. "Deje de resistirse, ¡está detenido!", le ordenaron a uno de los reporteros al que tiraron al suelo y esposaron por la espalda mientras este sostenía en su mano la acreditación de periodista que otorga el Senado de EE.UU., la más importante del país.

"¡Disparadles!"

Con la retoma de la ciudad, no se hicieron esperar los testigos de abusos. Dos periodistas del rotativo local Star Tribune denunciaron que policías dispararon pelotas de goma contra su vehículo sin aviso alguno cuando entraron en una calle bloqueada, rompiendo una de las ventanas laterales y causándoles heridas. Una mujer llamada Tanya Kerssen subió un vídeo en Twitter en el que se ve cómo decenas de policías desfilan por el barrio residencial de Whittier y al verla a ella y a sus vecinos en el porche del edificio les apuntan y disparan con pintura al grito de "¡disparadles!".

Hubo además otros casos de agresiones a la prensa, como la de un fotógrafo de la afiliada local de CBS que fue detenido tras recibir el impacto de una bala de goma o el de un reportero de Vice al que rociaron con gas pimienta en la cara estando ya tumbado en el suelo. De este modo, las autoridades aplacaron a Mineápolis, convertida en símbolo de la última rebelión racial y antipolicíaca en Estados Unidos, y que se ha extendido ya a las principales ciudades del país.

El candidato demócrata Biden condena los disturbios

El exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, virtual candidato demócrata a la Presidencia, condenó este domingo los disturbios de los últimos días por el asesinato de un afroamericano a manos de la policía y afirmó que el país no puede permitir que el dolor le destruya. "Somos una nación con dolor, pero no podemos permitir que este dolor nos destruya. Somos una nación con rabia, pero no podemos permitir que la rabia nos consuma. Somos una nación exhausta, pero no podemos permitir que el cansancio nos derrote", dijo el también exsenador en un comunicado.

Agregó que en los últimos días ha quedado de manifiesto que EEUU es un país "furioso de justicia": "Toda persona de conciencia puede comprender la crudeza del trauma de que la gente de color experimenta en este país, desde indignidades diarias a violencia extrema, como el asesinato horrible de George Floyd".

Biden reconoció que es "correcto y necesario" protestar contra esa brutalidad policial, "es una respuesta completamente estadounidense, pero quemar comunidades y la destrucción innecesaria no lo es. Tampoco la violencia que hace peligrar vidas". "Nunca debería permitirse que el acto de protestar ensombrezca el motivo por el que protestamos", agregó. Por ello, el que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) pidió a todo EE.UU. que se le una para hacer que el país cruce "el umbral turbulento hacia una nueva fase de progreso, inclusión y oportunidad".

"Como presidente, ayudaré a liderar esta conversación, y lo que es más importante, escucharé. Mantendré el compromiso que hice al hermano de George, Philonise, de que George no será un mero hashtag", continuó. "Debemos y lograremos llegar a un punto donde todo el mundo, independientemente de su raza, crea que 'proteger y servir' significa proteger y servirles. Únicamente permaneciendo juntos nos levantaremos más fuertes que antes. Más iguales, más justos, con más esperanza, y más cerca de nuestra unión más perfecta", zanjó.

Polémica justificación del alcalde de Nueva York

"Como alcalde, la Policía está bajo su dirección. Este momento exige liderazgo y rendición de cuentas de cada uno de nosotros. Defender y dar excusas cuando una camioneta de la Policía de Nueva York embiste contra una multitud es un error", ha afirmado la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, según recoge el diario 'The Hill'. "Atropellar a gente con camionetas nunca jamás debe ser normalizado. No importa quién lo haga. No importa por qué", ha rematado la congresista demócrata.

De Blasio anunció el mismo sábado una investigación del incidente, pero defendió a los agentes implicados diciendo que no "culparía" a "quienes están intentando llevar una situación absolutamente imposible". "Es inapropiado que los manifestantes rodeen un vehículo policial y amenacen a los agentes. Está mal", argumentó.

"Podrían haberlos matado. No sabemos cuántos heridos hay", ha afirmado Ocasio-Cortez, que ha emplazado a De Blasio a asegurarse de que los agentes implicados sean "llevados ante la justicia".

Las palabras de los líderes políticos en el país estadounidenses están siendo analizadas con lupa en medio de este clima de tensión. El alcalde de Nueva York ha recibido críticas por su defensa de la actuación policial después de que una camioneta de la policía de la ciudad embistiera contra manifestantes en Brooklyn que protestaban por la muerte de George Floyd.

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