Bajo la amenaza de nuevas sanciones

Putin abre un nuevo frente de tensión con Occidente al detener a Navalni

"Las relaciones con Occidente se acabaron", resume en su blog el analista ruso Leonid Gozman, que pronosticó una nueva ola de sanciones contra Rusia.

Navalni duró unos minutos en la manifestación
Putin abre un nuevo frente de tensión con Occidente al detener a Navalni
EFE

El Kremlin ha abierto un nuevo frente de tensión con Occidente con el apresamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni nada más regresar al país tras haber sobrevivido un envenenamiento, decisión que ha desatado una fuerte condena internacional y puede traducirse en nuevas sanciones contra Rusia. La lluvia de críticas desde el exterior se produjo nada más conocerse su aprehensión el domingo en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo cuando llegaba de Alemania, donde se trató durante casi cinco meses de un envenenamiento con el agente tóxico Novichok, del que el opositor responsabiliza al presidente ruso, Vladímir Putin.

Condena unánime de Occidente

Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y organizaciones de derechos humanos han manifestado su condena a la detención de Navalni. "El señor Navalni debería ser liberado inmediatamente, y los responsables del inadmisible ataque contra su vida deben rendir cuenta", escribió en un tuit Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente electo de EEUU, Joe Biden.

También el secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Mike Pompeo, condenó "rotundamente la decisión de Rusia" de arrestar a Navalni, "el último en una serie de intentos de silenciarle a él y a otras figuras de la oposición". Incluso Finlandia, un país históricamente muy cuidadoso en sus relaciones con Rusia, demandó la puesta en libertad del activista anticorrupción. "El político opositor ruso Navalni debe ser liberado sin demora. También se debería poner en libertad a los otros detenidos a su llegada", escribió en Twitter la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin.

El Servicio Federal Penitenciario de Rusia ordenó la detención de Navalni por incumplir las condiciones de una pena suspendida de tres años y medio años de cárcel, a la que fue condenado en 2014 en un juicio calificado de arbitrario por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El opositor, que este lunes fue enviado a prisión preventiva para al menos 30 días, acusa a Putin de ordenar primero su asesinato y después de "fabricar" casos penales para restringir su actividad.

Se multiplican las demandas de nuevas sanciones

Los tres países bálticos, Lituania, Letonia y Estonia, así como Polonia y Ucrania, no solo condenaron la detención de Navalni, sino que demandaron la adopción de nuevas sanciones. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, apremió a la UE a dar una "respuesta rápida" a la detención de Navalni, que calificó de "un intento más de intimidar a la oposición democrática" en Rusia.

"Las relaciones con Occidente se acabaron", escribió este lunes en su blog el analista ruso Leonid Gozman

La UE y el Reino Unido ya aprobaron en octubre pasado sanciones por el caso Navalni a seis destacados miembros de la Administración rusa, a la que se considera responsable de su "intento de asesinato" con la sustancia Novichok, entre los que se encuentra el jefe de del Servicio Federal de Seguridad (FSB).

También Ucrania pidió a la comunidad internacional que adopte "medidas más decisivas" contra Rusia, sometida a sanciones de la UE, EEUU y Canadá desde 2014 por la anexión de la península ucraniana de Crimea y su intervención en el conflicto armado del este del país. Sobre Rusia pesan asimismo sanciones por el intento de asesinato en 2018 en la ciudad británica de Salisbury del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia con Novichok.

Las relaciones con Occidente, un futuro izquierdo

"Las relaciones con Occidente se acabaron", escribió este lunes en su blog el analista ruso Leonid Gozman, que pronosticó una nueva ola de sanciones contra Rusia. En su opinión, se ha llegado al "momento de la verdad" y es probable incluso que el arresto de Navalni eche por tierra la terminación del gasoducto Nord Stream 2, por el que Rusia planea suministrar gas a natural a Alemania a través del mar Báltico.

"Nos esperan nuevas sanciones; les cortarán el oxígeno a nuestros dirigente (pero se verá afectada la gente de a pie) y, lo más importante, es que habrá una nueva carrera armamentista (...). Lo más curioso es que el mismo Kremlin se ha metido en el atolladero", aventuró Gozman.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, salió al paso del aluvión de críticas internacionales y aseguró este lunes en su tradicional rueda de prensa anual que se trata simplemente de la "aplicación de la justicia". Lavrov insistió en que hasta ahora no se ha presentado ninguna prueba de que el líder opositor hubiera sido envenenado con una sustancia tóxica de la clase Novichok y que, por tanto, tampoco hay ningún motivo para abrir un caso penal para investigar el caso.

"Nunca recibimos ninguna prueba. Todo lo que escuchamos es que es 'altamente probable' y que solo Rusia tiene motivos" de estar detrás del envenenamiento del político ruso en Siberia en agosto pasado, alegó el titular Exteriores. En su opinión, los políticos occidentales "recibieron con alegría" la detención de Navalni nada más pisar suelo ruso, porque "les permite pensar que "pueden distraer la atención de la profundísima crisis en que se encuentra el modelo liberal de desarrollo"

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