La solución de Trump para su campo de golf con pérdidas: una urbanización VIP

  • El presidente de EEUU recibe permiso para urbanizar tierras y pastizales aledaños a su campo en Escocia, con un déficit de 53 millones.
La solución de Trump para su campo de golf con pérdidas: una urbanización VIP
La solución de Trump para su campo de golf con pérdidas: una urbanización VIP
EFE

El campo de golf de Donald Trump en Escocia es un quebradero de cabeza para la población local: si hace unos meses se revelaba que su mera presencia amenaza el carácter de protegido de un paraje natural cercano, ahora ha puesto en jaque la paz de una zona tranquila y casi despoblada al asegurarse una licencia por parte de las autoridades para construir 550 casas en pastizales y bosques a lo largo de una franja remota de la costa norte. Una inusual victoria para la compañía de Trump, que coincide con la disminución de los beneficios en otros lugares para el negocio familiar del presidente Trump.

El Consejo de Aberdeenshire, la comarca donde se encuentra el campo de golf, aprobó con 38 votos a favor y 24 en contra el permiso para que el desarrollo residencial de la compañía de Trump siga su curso, a pesar de la fuerte oposición de muchos residentes de la zona, que temen que provocará una avalancha de turistas que abarrotarán las carreteras y las escuelas del pueblo más cercano al campo. Sin embargo, para Trump significa luz verde para uno de sus proyectos en el extranjero más ambiciosos, tal y como relata 'The Washington Post'.

De hecho, también supone un balón de oxígeno para el primer campo de golf de Trump en Europa, el cual ha perdido dinero cada año desde su apertura hace siete años. Solo en 2018, las pérdidas ascendieron a 47,9 millones de libras (aproximadamente 53 millones de euros). Sin embargo, Trump tenía tal absoluta confianza en un resultado favorable en la votación que ya había comenzado a comercializar las viviendas como parte de lo que ha llamado Trump Estate, con algunas casas valoradas en más de 1,5 millones de dólares. Y no es la única buena noticia, ya que otro consejo local escocés también aprobaba esta semana el plan de la compañía para construir un segundo campo de golf en la zona.

"Estoy absolutamente encantada. El sentido común ha prevalecido", explicaba ante los periodistas Sarah Malone, vicepresidenta ejecutiva de la Organización Trump que supervisa el proyecto Aberdeen, después de la votación. "Es un claro síntoma de que el desarrollo de Trump en el noroeste de Escocia hasta la fecha ya es un éxito y queremos construir sobre esa gran base", añadía. Si la Organización Trump sigue adelante con estos planes, convertiría a la compañía en algo que jamás ha sido: una constructora de viviendas a gran escala.

En este sentido, en el pasado la compañía había construido edificios y  vendido algunas docenas de casas junto a otros campos de golf. Pero, ahora, la compañía se propone llevar a cabo un desarrollo suburbano considerable, incluyendo el pavimentado de carreteras, de calles o la creación de una nueva escuela. Sin embargo, la luz verde lograda por Trump en Aberdeen va en contra de la tendencia general del negocio familiar de Trump: desde que se convirtiera en presidente de EEUU -dejando el control del día a día de su compañía a sus hijos-, los ingresos de su gran imperio inmobiliario han caído en picado.

Y eso que la compañía de Trump ha protagonizado en reiteradas ocasiones a controversias por mezclar negocios con política. Por ejemplo, están bajo la lupa algunos diplomáticos de la Casa Blanca y funcionarios estadounidenses por patrocinar las propiedades del presidente. Además, el Pentágono reconocía hace un tiempo haber gastado casi 200.000 en Turnberry, el otro campo de golf de Trump en Escocia, en los últimos dos años con la excusa de alojar a miembros de la Fuerza Aérea de EEUU. 

La propuesta de la Organización Trump implica la construcción de 500 casas y 50 casas de vacaciones, además de tiendas, restaurantes y otras instalaciones comunitarias en su propiedad costera de 1,7 kilómetros cuadrados. Este desarrollo urbanístico se lleva a cabo en la localidad de Balmedie, un pequeño pueblo brumoso de aproximadamente 2.500 personas que podría llegar a estar significativamente más ocupado (y menos tranquilo) si el plan de Trump se lleva a cabo. De momento, ya le han hecho saber que sus lujosas casas no son bienvenidas.

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