Telefónica, Repsol... las grandes del Ibex, pendientes del posible giro en Venezuela

  • La exposición de Repsol al país sudamericano se ha reducido durante el primer trimestre de este año hasta los 436 millones.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, durante una sesión en la sede del Parlamento
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, durante una sesión en la sede del Parlamento
EFE

Pendientes de un giro político que puede marcar el futuro en Venezuela tras la liberación de Lepoldo López por las fuerzas opositoras de Juan Guaidó están algunas de las grandes compañías españolas. Repsol, Telefónica o BBVA son algunos de los 'blue chips' presentes en ese país a los que más puede influir la llegada de Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, al poder como la autoridad democrática legítima, en detrimento de Nicolás Maduro.

El gobierno venezolano ha denunciado este martes que se está produciendo un intento de "golpe de Estado" por parte de lo que ha calificado de "militares traidores" después de que el autoproclamado presidente encargado de Venezuela haya anunciado el inicio de la "fase final" para poner fin a la "usurpación" Maduro.

Algo que puede tener consecuencias en España, que es el segundo mayor inversor en el país, aunque en los últimos años, básicamente, no ha invertido nuevas sumas en ese mercado, sino que se ha limitado a mantener vivos los negocios e ir reinvirtiendo. Según la Secretaría de Estado de Comercio, las inversiones españolas en ese país ascendían, según datos de 2015 -los últimos disponibles-, a más de 21.300 millones de euros. Aunque un año después por el efecto de la devaluación monetaria cayeron a 1.381 millones.

Dentro del Ibex, la compañía más pendiente de cómo deriven los acontecimientos en Caracas es Repsol. La petrolera mantiene su presencia en el país (clave en la producción de crudo) y, pese a las dificultades económicas, ha continuado con su alianza con la estatal PDVSA. Eso sí, su actividad lleva meses en "revisión".

La empresa presidida por Antonio Brufau reconocía al cierre de los nueve primeros meses de 2018 que, en enero de ese año, "culminó el plazo establecido para la revisión y validación de todos los contratos nacionales e internacionales suscritos y los que están por suscribirse por PDVSA". Sin embargo, "a la fecha, el proceso de revisión continúa en curso en las empresas mixtas, encontrándose a la espera de los resultados del mismo", matizaba. 

Al cierre de septiembre de 2018, su exposición al país ascendía a 796 millones de euros, casi la mitad respecto a finales de 2017, cuando alcanzaba los 1.480 millones. Repsol la ha ido reduciendo no porque el país sea más estable, sino por las provisiones que ha ido registrando por riesgo de crédito, por los deterioros en sus participadas y en los instrumentos de financiación. Además, en lo que se refiere a la producción, su alianza con PDVSA se traduce en pagos en especie, que le permiten recibir crudo desde el país latinoamericano. Ahora, esta cantidad ha bajado en el primer trimestre de 2019 a 436 millones

Repsol puede consolidar su presencia en ese mercado si, finalmente, se produce un cambio de régimen. Algo similar puede vivir Telefónica que puede cambiar el paso en ese país pese a que la operadora, actualmente, está inmersa en una fase de 'venta' de participadas en ese continente, con el objetivo de centrarse en los mercados donde ve más opciones de rentabilidad al alza.

La presencia de la multinacional de telecomunicaciones en Venezuela es significativamente menor a la que tiene en otros mercados latinoamericanos. En el conjunto de 2018, los ingresos logrados en el país apenas alcanzaron los 18 millones de euros (un 82% menos que un año antes, cuando facturó 106 millones), impactados por la inflación desvocada y la evolución de los tipos de cambio del bolívar venezolano, todo ello a pesar de que alcanza los 10 millones de clientes. Su inversión, prácticamente inexistente: sólo alcanzó el millón de euros el año pasado.

En el terreno financiero, las miradas sobre qué pasará en ese mercado las concentran sobre todo BBVA y Mapfre. La entidad que acaba de comenzar a presidir Carlos Torres no detalla en sus cuentas cómo le va en ese país. BBVA evitó la nacionalización de sus operaciones, algo que sí le ocurrió a Santander y mantiene su actividad bajo la marca BBVA Provincial.

En el caso de Mapfre, la aseguradora sí asume que su filial en ese país tuvo un efecto en sus reservas de 38,2 millones de euros al cierre del ejercicio 2017; y de 15,6 millones al concluir septiembre de 2018. No son las únicas compañías, según la Cámara Venezolano Española de Industria y Comercio también operan en el país Planeta, Santillana, Elecnor, Adecco, Dragados, Duro Felguera o Telvent; y empresas turísticas como Meliá, que gestiona un hotel de cinco estrellas en el centro de Caracas, y Hesperia dos, uno en Valencia y otro en Isla Margarita, mientras que Iberia y Air Europa ofrecen vuelos directos desde Madrid.

A la espera de qué pasará con el giro político ahora que ha quedado liberado Leopoldo López, y si eso deviene en un cambio de modelo económico, las grandes empresas, Ibex incluido, seguirán mirando Venezuela como un mercado potencial donde los riesgos siguen marcando cualquier toma de decisiones.

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