"Nunca antes en mi carrera había visto a una persona recibir 15 disparos y vivir para contarlo". El agente del cuerpo de Marshal de Estados Unidos Eric Heinz aún no se explica como Orentheal Childs, de 19 años, ha conseguido sobrevivir a los disparos a quemarropa con los que le 'obsequiaron' sus compañeros de banda cuando les dijo que quería abandonar el grupo.
Al parecer, el joven se reunió con sus camaradas de la banda callejera de los 'Goodfellas' (los mafiosos, en inglés) el pasado 15 de febrero en una calle semiabandonada de las afueras de Atlanta (Georgia, EEUU).
"Les dijo que quería dejar la delincuencia, empezar a hacer las cosas bien y vivir bajo la ley, pero al resto de miembros de la banda no les hizo demasiada gracia", ha explicado Heinz a los medios locales.
La tensión fue incrementando hasta que, cuando Childs decidió marcharse, varios miembros de la banda sacaron sus armas y, al grito de "serás de los nuestros hasta que mueras", vaciaron el cargador contra su excompinche.
Le dejaron tirado sobre el asfalto, aún vivo, con 15 agujeros de bala por los que sangraba abundantemente. Ninguno de los tiradores apostaba porque sobreviviera. Sin embargo, se produjo el milagro: varias personas le escucharon agonizar y avisaron a los servicios emergencia que consiguieron estabilizarle y trasladarle con vida al hospital.
Ahora, los salvadores de Childs se encuentran bajo custodia de las autoridades, que los han incluido en el programa de protección de testigos ante las amenazas de muerte recibidas, pero el joven, después de varias operaciones, se encuentra fuera de peligro.
Dos detenidos
Tras el tiroteo, la policía y los agentes del cuerpo de Marshal de EEUU iniciaron una investigación que ha provocado la detención de dos miembros de los 'Goodfellas', un menor de 16 años y Farrakmad Muhammad Price, de 19 años, cabecilla de la banda y uno de los tiradores que acribilló a Childs.
Los investigadores aún buscan a al menos dos miembros más de la banda sospechosos de haber participado también en la agresión.
La familia de Orentheal Childs espera que el drama vivido por el joven sirva para que otros adolescentes abandonen las bandas. "La única lección que se puede extraer es que hay que cambiar antes de que sea demasiado tarde. Lo mismo que le ha pasado a él [Childs] le pueda pasar a cualquiera", aseguró el portavoz de la familia a la emisora local de Fox News.
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