Una mujer de 95 años obligada a quitarse un pañal de adulto en un control aeroportuario

  • Los oficiales de seguridad de un aropuerto regional del norte de Florida (EEUU) obligaron a una pasajera enferma de leucemia a someterse a un cacheo extensivo de más de 45 minutos antes de permitirle subir a un avión con destino a Michigan.
lainformacion.com

Parece que en algunos aeropuertos estadounidenses no basta con pasar con éxito por arcos detectores de metales y escáneres corporales para acceder a la zona de embarques. Jean Weber y su madre son la última prueba del exceso de celo con los que los agentes de la Administración de Seguridad de Transporte de Estados Unidos (TSA) se toman su trabajo.

Weber ha denunciado a los oficiales de la TSA del Northwest Florida Regional Airport ante el Departamento de Seguridad Nacional después de que en el control de acceso obligasen a su madre, de 95 años y enferma de leucemia, a quitarse el pañal para adultos que llevaba puesto en ese momento para concluir con el cacheo personal.

La mujer, que se mueve en silla de ruedas debido a su edad y a lo avanzado estado de desarrollo de su enfermedad, fue requerida para un registro extensivo cuando esperaba junto al resto de su familia para embarcar en un vuelo con destino a Michigan.

"Mi madre tiene 95 años, pesa menos de 50 kilogramos, está enferma, apenas se puede mantener de pie y encima la obligan a pasar por esto", se quejó Jean Weber a los reporteros del Northwest Florida Daily News, a los que explicó que tuvo que esperar durante 45 minutos a que los empleados de la TSA terminaran el registro y permitiesen a su progenitora continuar con el viaje.

La agencia federal emitió un comunicado en el que justificaba lo exhaustivo del control afirmando que "los viajeros que van en silla de ruedas están sujetos a un protocolo de seguridad distinto, que incluye registros más extensivos en busca de explosivos", a la vez que aseguraba que "la TSA trabaja con los pasajeros para resolver todos los posibles problemas de seguridad de manera respetuosa".

Sin embargo, los datos que maneja el Departamento de transportes de Estados Unidos reflejan justo lo contrario. Desde que el pasado mes de octubre se incrementaron las medidas de seguridad en los aeropuertos estadounidenses, las quejas contra los métodos y actitud poco amable de los oficiales de la TSA han crecido un 25%.

 

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