Varoufakis por fin logra un acuerdo y consigue que todos estén contra él

De ídolo de masas, rompedor de estilos y arrogante sin complejos (capaz de enseñar su casa de millonario mientras su país está inmerso en la ruina), Varoufakis se ha convertido en el defenestrado de Europa, en el peón que Tsipras aparta del tablero porque ya no le es útil. Si su labor era incordiar, sacó cum laude; si era llegar a un acuerdo, el fracaso es rotundo. Eso sí, Varoufakis ha logrado uno de los hitos de los últimos tiempos: poner de acuerdo a los países de la UE en algo: expulsarle de las negociaciones.

En la última negociación se acabaron las contemplaciones. Los miembros de la UE demostraron que podían ser tan arrogantes y altivos como él y le dejaron claro que no iba a ser el hombre de la solidaridad a costa del dinero de los demás. Así que le despreciaron. En Europa esto es lo mismo que ir a cenar y ser tú el único que no va a la cena. Así que malos enemigos se ha buscado Varoufakis, entre ellos Mario Draghi.

Cuando siempre vas de farol y tus cartas son malas, al final acabas perdiendo. La idea de que no llevar corbata es como tener más valor que el resto y acudir a una cita oficial a lomos de una Yamaha-1300 cc y con 'chupa de cuero' es estar cerca de la calle está muy bien para impactar en las redes sociales, pero Merkel moverá una ceja y no se inmutará. Mientras, De Draghi solo se puede esperar una mueca.Lanzador de órdagos

Varoufakis ha lanzado órdagos desde el principio. Primero sacó pecho por eliminar una troika, que él sabía que se había ido pero seguía estando allí. Pensó tal vez que Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas y némesis del griego en el imaginario colectivo, iba a ser menos duro que los hombres de negro. Ilusiones vanas.

Varoufucker le llamaron en sus inicios por su aspecto rudo y bien cuidado. Pero al final hay que hablar de Tsiprasfucker. Porque este no ha tenido miramientos en dejarle en un segundo plano.

El ministro ahora derrotado decía en sus inicios en el FT -cuando estaba en la cresta de la ola- que empezaba una negociación cuyo resultado podía marcar una generación.

En ese momento prometía huir de la tentación de tratar las negociaciones como un experimento en estrategias y, en cambio, presentar honestamente los hechos relacionados con la economía social de Grecia. No solo eso, ya decía eso de que no existían acreedores y deudores sino una perspectiva paneuropea. Pero sí, señor Varoufakis, había acreedores y deudores. Varoufakis proponía acabar con la politiquería. Pero ¿no era eso dejar a sus aliados como tontos señalando haber acabado con la troika e imponiendo líneas rojas a los que te dan el dinero?

El ministro era sincero en una cosa. El sí creía tener la fuerza para poner líneas rojas al resto. Así lo expresaba en el FT: "¿Y si la única manera de asegurar el financiamiento es cruzar sus líneas rojas y aceptar las medidas que considere ser parte del problema, más que de su solución?"

"Fiel al principio de que 'no tengo derecho a fanfarronear', mi respuesta es: no se cruzarán las líneas que hemos presentado como el rojo. De lo contrario, no serían verdaderamente rojas, sino simplemente un farol", señalaba. Pero después de meses de señalar que tenía un plan y no presentarlo, sus socios han pedido a alguien que además de hablar y fanfarronear les presente un plan realista.

Varoufakis aseguraba que sabía cual era la línea roja "mirando a los ojos de los hambrientos en las calles de nuestras ciudades, contemplando a nuestra clase media estresado, o teniendo en cuenta los intereses de las personas que trabajan duro en todos los pueblos de Europa y de la ciudad dentro de nuestra unión monetaria".

E insistía que Europa sólo recuperará su alma cuando se recupere la confianza del pueblo, "poniendo sus intereses el centro del escenario". Y ante esas afirmaciones sus homólogos le espetaron ¿por qué tus pobres valen más que los míos, que sí se han visto obligados a sufrir recortes? ¿por qué quieres un salario mínimo mayor que el de otros si no puedes pagarlo? ¿Por qué los griegos no pagan impuestos? ¿Por qué el dinero negro está disparado?

Dicen sus compañeros de negociación que a Varoufakis le aburren las charlas de Bruselas, que lo que él valora es el riesgo. Ahora está en uno grande. Dejar a su país en suspensión de pagos. O fuera de la UE. Lo malo de los trajeados hombres de Bruselas es que puede que no lleven chupas de cuero, pero una cosa es seguro: casi nunca van de farol.Los órdagos de Varoufakis

- 30 de enero de enero de 2015. En su primera toma de contacto con el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, Yanis Varoufakis asegura que el nuevo Gobierno griego no cooperará con los enviados del BCE, la Comisión Europea y el FMI. "Acaba de matar a la Troika", apunta Dijsselbloem visiblemente contrariado.

- 5 de febrero de 2015. Tras mantener una reunión, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, y Yanis Varoufakis, escenifican públicamente su total desacuerdo en todos los asuntos tratados. "Nos hemos puesto de acuerdo en que no estamos de acuerdo", bromeaba Schauble, a quien corrigió inmediatamente Varoufakis: "No se ha llegado a ningún acuerdo, ni tan siquiera en estar en desacuerdo".

- 20 de febrero de 2015. Choque entre Varoufakis y Luis de Guindos. El ministro español de Economía sume la línea más dura con Grecia y llega a abroncar a su homólogo durante el primer Eurogrupo de Varoufakis, según la agencia Blommberg.

- 20 de febrero de 2015. El diario alemán Bild asegura que Varoufakis envió a sus colegas del Eurogrupo una carta equivocada sobre la petición de extensión de las ayudas a Grecia.

- Marzo de 2015. Un prgrama de la televisión alemana ZDF acusa a Varoufakis de haber hecho una 'peineta' a los alemanes. El ministro griego se defiende acusnado al programa de manipular las imágenes.

- 13 de marzo de 2015. La revista París Match publica un reportaje fotográfico de Yanis Varoufakis y su pareja, la artista Danae Stratou, en la casa que comparten cerca de la Acrópolis. El ministro griego diría días después que se arrepentía de haber realizado el reportaje.Sus ataques más furibundos

"Europa, en su infinita sabiduría, decidió enfrentar esta quiebra depositando el préstamo más grande en la historia humana sobre el más débil... Lo que hemos estado teniendo desde entonces es una especie de tortura fiscal que ha convertido a este país en una colonia de deudores".

La zona euro:

"Grecia está absolutamente, de manera irreversible, comprometida a permanecer en la zona euro. El problema es que una vez se está dentro, pasa como dice la letra de la canción Hotel California: puedes hacer el check-out cuando quieras, pero nunca te puedes ir".

La 'troika'

"Un comité construido sobre cimientos podridos".

El trato diferente a los bancos en quiebra y a los estados en quiebra:

Mientras que los estados insolventes enfrentan visitas de furiosos funcionarios del FMI y de la UE, son constantemente vilipendiados por la prensa "seria" que los acusa de "despilfarro" y "falta de seriedad" fiscal; los bancos siguen recibiendo liquidez del BCE y los fondos estatales (más garantías) sin ningún compromiso. Sin memorandos, sin condiciones, ni nada".

Los ricos y la élite política que, según él, mandaban en Grecia

"Vamos a destruir, le dijo a Channel 4, la base sobre la que se han construido década tras década un sistema, una red que roba con saña la energía y el poder económico de todo el resto de la sociedad".

Enseñó en la Universidad de Sídney, donde no le gustaba el primer ministro de Australia, John Howard

"Ese pequeño hombre horrible".

Sobre Karl Marx

"En verdad, Karl Marx fue el responsable de la elaboración de una perspectiva del mundo en el que vivimos, desde mi infancia hasta el presente. No es algo sobre lo que me ofrezco a hablar mucho en estos días, porque la sola mención de la palabra que comienza con 'M' hace que la audiencia te rechace".

El legado de Margaret Thatcher

"Lo único que surgió del thatcherismo fueron los vividores, la excesiva influencia de lo financiero, el triunfo del centro comercial sobre la tienda de la esquina, el fetiche en torno a la vivienda y... Tony Blair".

Acerca de los riesgos de pasar de ser profesor universitario a político

"Sé que corro el riesgo de que me guste la sensación de haberme vuelto aceptable en los círculos de la alta sociedad. El sentido de autosatisfacción al ser agasajado por los grandes y poderosos comenzó, en ocasiones, a meterse dentro de mí. ¡Y qué sensación tan fea, corruptora y corrosiva que fue esa!".

La corrupción de pertenecer a la casta

"El detonante fue en un aeropuerto. Una empresa millonaria me había invitado a dar un discurso sobre la crisis europea y viajé en primera clase".

"Cuando volvía a casa, con el cansancio acumulado después de haber tomado varios vuelos, pasé junto a la larga fila de pasajeros de clase económica esperando para entrar al avión. De repente me di cuenta, con gran horror, de lo fácil que era para mi mente infectarme con la sensación de que yo tenía el 'derecho' de saltarme la fila de la plebe".