La Píldora Económica

Las previsiones de España se centran en el 1,9% de PIB... pese a la incertidumbre

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
Alberto Ortega / Europa Press / ContactoPhoto

En estos últimos días se han hecho públicos los pronósticos sobre el crecimiento de la economía española en 2024 tanto por parte del Banco de España, la principal institución pública de análisis económico de nuestro país, sin perjuicio del gran trabajo de la Airef, como de 19 institutos y servicios de estudios privados que engloban las previsiones conocidas como panel de Funcas y que a partir de ahora llamaré el consenso de los economistas privados españoles o directamente para abreviar las previsiones del Panel de Funcas.

Según el Banco de España, el crecimiento económico de nuestro país en 2024 se situará en torno a un 1,9% anual medio, lo que supondría la continuación del proceso de ralentización económica, dado que el crecimiento del PIB registrado en 2023 ha sido del 2,5% según la estimación preliminar avanzada por el INE.

La previsión actualizada, el pasado 12 de marzo, del Banco de España supone una ligera revisión al alza respecto a su predicción anterior de diciembre de 2023 para el conjunto de 2024, de un crecimiento del 1,6%. Si bien esta actualización de previsiones depende en gran parte de las revisiones a la contabilidad nacional de los pasados trimestres que también presentó recientemente el INE

Por otra parte, la nueva previsión de crecimiento económico del Banco de España coincide con la predicción actualizada del consenso del Panel de Funcas de marzo, publicado el pasado día 13. Ambas previsiones no sólo coinciden en cuanto a la magnitud del crecimiento del PIB previsto para 2024, del 1,9%, sino que también coinciden en cuanto a la composición del crecimiento esperado. Así, atendiendo a los dos agregados del PIB más importantes por el lado de la demanda, la demanda nacional y la demanda externa, se espera que el crecimiento en 2024 derive íntegramente de la demanda nacional (consumo, privado y público; e inversión) rompiendo con la contribución positiva que venía mostrando el sector exterior en los últimos años.

Según el Panel de Funcas, la demanda nacional contribuirá al crecimiento anual medio del PIB en 1,9 puntos porcentuales (pp.) lo que va a acompañado por un sector exterior que no añadirá crecimiento a nuestra economía. Según el Banco de España, la demanda nacional aportará 2,0 pp., lo que implica que la demanda externa, drenará crecimiento en -0,1 pp., poniendo de manifiesto la aún complicada situación económica de nuestros principales socios comerciales comunitarios, lo que afecta negativamente a nuestras exportaciones y también mayor sesgo importador de consumo y de la inversión en España.

Por otro lado, en cuanto al comportamiento previsto en 2024 para los diferentes componentes de la demanda nacional, tanto el Panel como el Banco de España esperan crecimientos para el consumo, privado y público y para la inversión. Ahora bien, mientras que el Panel de Funcas prevé un crecimiento homogéneo en 2024 para los distintos componentes de la demanda nacional, en el caso del Banco de España espera un crecimiento más heterogéneo.

En el caso del consumo privado, el Panel de Funcas espera que crezca un 1,9%, la misma tasa de crecimiento que para el PIB total, lo que supondría un crecimiento similar al registrado en 2023, del 1,8%. Sin embargo, el Banco de España prevé un crecimiento superior del 2,3%, lo que supondría medio punto más respecto al crecimiento del consumo privado en 2023.

Respecto al consumo público, en 2023 constituyó un motor muy importante de crecimiento, alcanzando un crecimiento del 3,8%. Para 2024 ambas instituciones prevén un crecimiento inferior, mientras que el Panel de Funcas espera un incremento del 2,2%, el Banco de España prevé un menor crecimiento del 1,2%. La diferencia en la magnitud del crecimiento previsto evidencia la gran incertidumbre existente respecto a la evolución de este componente. Por un lado, el aumento de funcionarios y del gasto en defensa contribuirá al crecimiento del consumo público. No obstante, la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 reducirá el margen de maniobra para aumentar el gasto público en 2024.

Finalmente, en lo que se refiere a la inversión, mientras que el Panel de Funcas prevé que se incremente un 2,1%, lo que supondría un crecimiento muy superior al 0,6% de 2023, el Banco de España prevé que pueda registrar otro débil crecimiento, del 0,4%, incluso inferior al de 2023. No sabemos cuánto pero claramente los fondos de recuperación y resiliencia no acaban de contribuir definitivamente a que nuestra inversión recupere y mejore los niveles de 2019, como es el caso ya de Italia, Portugal o Francia.

La diferencia en las previsiones de inversión también es grande entre los distintos analistas incluidos en el panel de Funcas. De hecho, esta diferencia tan grande en las previsiones sobre la inversión también puede venir explicada por los distintos efectos previstos sobre esta variable de los impuestos extraordinarios aprobados en principio prorrogados y por un distinto efecto en las inversiones de los mayores tipos de interés y por lo tanto del coste de capital.

Aquí es donde se centran gran parte de las diferencias en las previsiones. El Banco de España prevé mayor dinamismo en el consumo privado y mucho menor dinamismo en la inversión. Probablemente vea una mayor reducción de la inflación, pero no una rápida bajada de tipos de interés, o sencillamente como hemos dicho que tenga la visión de que “los animals spirits” o expectativas de los empresarios no sean muy positivas para 2024.

En cualquier caso, atendiendo a los últimos indicadores publicados de coyuntura, podemos observar cómo la actividad en su conjunto muestra una mejora del dinamismo, aunque con diferencias entre el sector industrial y el sector servicios.

En el sector industrial, el indicador de confianza PMI de Manufacturas muestra una clara mejoría en los últimos meses, pero los indicadores reales no muestran una evolución tan evidente. Así el índice de producción industrial (IPI) presenta una evolución interanual de enero todavía en terreno negativo.

Por su parte, el sector servicios muestra un mayor dinamismo que el sector industrial, tal y como se observa en la evolución del PMI de servicios.

Los primeros datos de indicadores de consumo de los hogares que se van conociendo, como los que proceden de la estadística de las ventas interiores diarias y de las ventas de las Grandes Empresas de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), de las tarjetas de crédito, de la demanda diaria de combustibles de automoción, de matriculaciones de turismos, etc… avalan un buen comportamiento del consumo en el primer trimestre del año, ante la favorable evolución del empleo y la moderación de la inflación.

No obstante, a medio plazo cobrarán relevancia factores que lastrarán esta favorable evolución del consumo privado como son por un lado la retirada de las bajadas del IVA de los productos energéticos y de otras medidas previas; y por otra parte la ralentización en el crecimiento del empleo.

Por supuesto que con el calendario electoral que tenemos hasta junio no sabemos que puede pasar con el consumo público y con las expectativas de familias y empresas, pero seguiremos informando.

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