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Redes Sociales, ¿pagarías ocho dólares por poder conversar en ‘modo moderado’?

¿Se podrían recuperar conceptos de los comienzos de Internet y las redes sociales como el ‘clean chat’ (conversación limpia) o la ‘netiqueta’ (etiqueta de internet)?

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DPA vía Europa Press

El pasado día 27 de octubre se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento de Servicios Digitales, más conocido como DSA por sus siglas en inglés ('Digital Services Act'), del que hemos hablado varias veces en este lugar (la última, a principios de este verano, cuando se aprobó el acuerdo provisional), que viene a modificar la Directiva europea de comercio electrónico del año 2000 e introduce importantes cambios en el funcionamiento de las redes sociales.

En aquel artículo hicimos un análisis, sobre la marcha, de un texto provisional y con una traducción de andar por casa, pero ahora ya tenemos el texto definitivo y las distintas versiones oficiales en los idiomas de todos los Estados miembros. Y, aunque ha cambiado en algunos pequeños detalles, se mantienen los peligros de los que venimos advirtiendo desde hace tiempo para la Libertad de Expresión.

Empezando por el final, según el artículo 93, este Reglamento entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE); es decir, el próximo 16 de noviembre. Aunque no será de aplicación hasta el 17 de febrero de 2024 (para dar tiempo a empresas y gobiernos a adaptarse). Si bien algunos artículos serán de aplicación desde el mismo 16 de noviembre.

Los contenidos ‘incompatibles’

Como dijimos en aquel artículo '¿Por qué lo llaman ‘moderación de contenidos’ cuando quieren decir ‘censura’?', la clave de los peligros de este Reglamento para la Libertad de Expresión se encuentra en el artículo 3. Definiciones, letra t) en que se define qué se entiende por moderación de contenidos (en el acuerdo provisional estaba en el artículo 2.p), pero no ha cambiado mucho la redacción):

Son: “las actividades, estén o no automatizadas, realizadas por los prestadores de servicios intermediarios (redes sociales), que estén destinadas, en particular, a detectar, identificar y actuar contra 1) contenidos ilícitos o 2) información incompatible con sus condiciones generales, que los destinatarios (usuarios) del servicio (de las redes sociales) hayan proporcionado” (compartido).

O sea, como dijimos entonces: se rompe el régimen establecido por la Directiva europea de comercio electrónico del año 2000, que sólo permitía y obligaba a las redes sociales a retirar contenidos ilegales de los que tuviera conocimiento. Y les da carta blanca para retirar todos aquellos contenidos que, siendo legales, sean incompatibles con los ‘términos de uso’ que cada red social determine.

El Consejo de Moderación de Twitter

La publicación del Reglamento europeo de Servicios Digitales ha coincidido en el tiempo con la irrupción de Elon Musk en Twitter, tras unos meses de dudas en los que no se sabía si se ejecutaría el acuerdo de compra que firmó en su día. Desde entonces no ha habido un solo día en que no haya dado alguna noticia y, por el ruido que ha hecho, parece que ha entrado como elefante en cacharrería.

Uno de los anuncios que ha hecho es la creación de un Consejo de Moderación de Contenido, que se encargará de analizar, entre otras cosas, si pueden volver a la red algunas de las cuentas suspendidas por la anterior Dirección de Twitter; en especial, la de Donald Trump, aunque es dudoso que abandone Truth Social. Pero también tendrá mucho que decir sobre las nuevas normas de moderación.

Pero una cosa es lo que decida el Consejo de Moderación de Twitter en EEUU y otra cosa es que Twitter deberá cumplir las normas de los países en que preste sus servicios y el nuevo Reglamento de Servicios Digitales en la Unión Europea, porque, por muy multinacional que sea, sus normas internas no están por encima de éstas, ni mucho menos de las Constituciones o los Derechos Fundamentales.

El servicio Twitter Blue

Otra de las polémicas que ha generado Musk es la orden de que se pase a cobrar de 4,99 dólares a 8 dólares (al principio anunció que serían 20 dólares) por el servicio Twitter Blue, que, aparte de no tener publicidad, ofrece acceso exclusivo a funciones premium, aunque no está claro cuáles van a ser éstas y que, por ahora, sólo está disponible en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, con no demasiado éxito.

Aparte de las funciones 'premium' de Twitter Blue, está la posibilidad de ‘verificar’ la identidad del titular de una cuenta, pero son cosas distintas, aunque a veces se confundan (de hecho, esa posibilidad está disponible en España y es gratis). Pero puede que, en el diseño del nuevo Twitter Blue, se integre esta posibilidad, como marca de las cuentas 'premium' con ventajas sobre las cuentas ‘normales’.

Una de las posibilidades sería ofrecer un entorno seguro o un ‘modo moderado’ para poder mantener conversaciones sin miedo a ‘trolls’, ‘haters’ o linchamientos. La pregunta es: ¿Pagarías 8 dólares por poder conversar en un entorno moderado? ¿Se podrían recuperar conceptos de los comienzos de Internet y las redes sociales como el ‘clean chat’ (conversación limpia) o la ‘netiqueta’ (etiqueta de Internet)?

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