OPINION

'Gran Hermano', la verdadera nueva ficción estelar del prime time

GH VIP, Gran Hermano
GH VIP, Gran Hermano

GHVIP se está convirtiendo en la gran serie del prime time. En tiempos en los que la ficción tradicional cuenta con dificultades para aguantar la cuota de pantalla, 'Gran Hermano VIP' ya es un serial perfecto que rompe audiencias en la era del espectador más impaciente.

Porque GH ya es maratoniano culebrón. No sólo porque existen concursantes que creen saber tanto de televisión que intentan interpretar el papel de su vida con sobreactuaciones dignas de mal actor de telenovelas, como el Maestro Joao. Un vidente con aspiración a folclórica que nadie se cree demasiado, pues da la sensación de que está dispuesto a todo para contentar a la cadena y favorecer que surjan nuevas tramas a su alrededor que perpetúen su fama en Telecinco. 

Pero al público estas trampas de protagonistas que son capaces de vender su alma por el share le dan igual, ya que el fan de la tele-realidad se evade sintiéndose superior al ver las surrealistas polémicas a las que asiste.Conflictos que son fáciles de seguir por los espectadores y que incluso no pasa nada si alguien pierde el hilo de su relato. Todo está sencillamente narrado para reenganchar al espectador en riguroso directo.

Ahí está la clave por la que 'Gran Hermano' ya es la gran serie de ficción. A diferencias de las series que no cuentan con un horario definido, las citas con la emisión de 'GH' están marcadas en la programación de Telecinco con una precisión planificada al dedillo para favorecer el acontecimiento mediático.

La clave del porvenir del prime time clásico está en generar una cita-acontecimiento: ya lo hace 'GHVIP'

El reality se promociona como un evento que, al final, engancha a los televidentes frente a la televisión tradicional al ser un evento gracias a la imprevisibilidad del directo. Todo puede pasar. O se intenta que todo parezca que pueda pasar. 

De hecho, el programa mima el tono de apoteosis constante para incentivar esa percepción de emisión intensamente irrepetible. Lo logra con una banda sonora constante que realizar una fusión de ruidos de tensión dignos de histérica telenovela con carcajadas de telecomedia. Mezcla sin complejos, de eso va 'Gran Hermano'. Y así el reality se está alzando en un rentable culebrón, en la gran serie del prime time. Una tragicomedia en la que los actores principales quizá están un poco arriba en tono dramático. Incluso, cuidado, transmiten cualquier sensación menos la naturalidad. Aquí verdades las justas, la pasta justifica cualquier delirio cabaretero y pelea poligonera. No vaya a ser que este serial de la convivencia sea cancelado y el vidente, con síndrome de tonadillera, se quede sin su ansiado aplauso del público.

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