ANÁLISIS

Los impensables cambios de la televisión en los meses de desescalada (que han llegado para quedarse)

Las cadenas de televisión han afrontado la desescalada con decisiones que, probablemente, no se hubieran atrevido en otros contextos.

Critica la crispación política
Pablo Motos
El Hormiguero [object Object]

Las cadenas de televisión han afrontado la desescalada con decisiones que, probablemente, no se hubieran atrevido en otros contextos. Son saltos audiovisuales tras el confinamiento que han llegado para quedarse.

1. Versión original con subtítulos

Hasta ahora Telecinco jamás emitiría una película en versión original sólo con el apoyo de los subtítulos. Fracaso asegurado, dirían. Pero, en cambio, Mediaset sí se ha atrevido a programar un revival de actuaciones mundiales de 'Got Talent' con subtítulos para rellenar a bajo coste un prime time semanal en los meses posteriores al confinamiento colectivo. Aunque se añadieron presentaciones de Santi Millán para introducir estos momentos estelares, el resultado ha sido inaudito: un prime time de Mediaset en el que gran parte del programa está en otros idiomas y, para entender los veredictos del jurado de la edición de turno, hay que leer la sobreimpresión en pantalla. A no ser que hables 17 idiomas. Y se ha demostrado que no pasa nada. La fuerza visual de estos números está por encima de entender mejor o peor cada palabra del idioma. La televisión generalista va perdiendo el miedo al subtitulado.

2. Videollamada

Hace sólo unos meses parecía impensable que Pedro Piqueras realizara una entrevista en su informativo a través de una aplicación como Skype. La mala calidad de imagen convertía este tipo de videollamada amateur en una línea roja que no se podía pasar. Sin embargo, las necesidades del confinamiento han recordado que más vale conseguir la entrevista con una imagen regular que no tener en directo esa declaración. Es más, el espectador lo acepta, ya que está acostumbrado a una calidad de imagen devaluada por el consumo rutinario de vídeos en el móvil y en las redes sociales . La llamada telefónica tradicional ahora da el paso definitivo a la videollamada. Después del Covid-19, las cadenas siempre preferirán que el aludido entre con imagen en directo -aunque sea desde su smartphone- que como sucedía tradicionalmente con el frío sonido de una simple llamada telefónica, que irán quedando desterradas de la tele.

3. Las prisas no son buenas

El confinamiento y la posterior desescalada ha evidenciado que el ritmo frenético de determinados programas no es tan necesario como se creía para aguantar la atención del espectador. El público se queda en el canal si el contenido le interesa. Más aún si no desprende prisa. Así, 'El Hormiguero' tuvo que reinventarse y, al no contar con un entrevistado único ni grandes experimentos, mutó en una especie de tranquilo debate en el que, en cada capítulo, iban apareciendo varios entrevistados. Cuando ya pudo volver el público al estudio, el programa se había percatado que la audiencia brillaba de misma forma sin necesidad de correr tanto ni aturullar con constantes apariciones efectistas de colaboradores, soniquetes, experimentos y juegos. La televisión contenida de los últimos meses ha recordado que una buena conversación puede ser un espectáculo gigante. No desconfíes de la audiencia, no aturdas de impacto: puedes romper un ambiente de complicidad más interesante que cualquier efímero fuego de artificio.

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